domingo, 29 de junio de 2025

Mi vejez y el paseo marítimo

 

Caminaba por el paseo junto al mar

sin pararme nunca a contemplarlo.


Tampoco me detenía a ver

el resplandor del sol

en las vidrieras del puerto.


Ni el haz del faro, fugitivo.


Era muy joven

y no ignoraba

que mañana

seguirían ahí.


Igual que yo.


Hoy en cambio 

apenas avanzo,

mis pies se paran

y paso mucho tiempo

observando el mar,

los reflejos del sol en las vidrieras

y por la noche

el haz del faro

con su elipse de oro.


Y es que resulta inevitable temer

que cada cada una de las veces

podría ser la última.












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