viernes, 7 de febrero de 2025

La eternidad de las cosas

 

Así como soy carne, piel y huesos, sucesión de latidos,

viveza que languidece sin el oasis de la pausa, las cosas

en su densidad o en su fluir, en su testimonio donde

la indiferencia es opaca como una sombra que hubiera

renunciado a perseguir la luz móvil de un sol errante,

en el artificio de su posesión que es un sueño de imágenes

inasibles, aunque el papel o los números, el tacto que me da fe

de su realidad, la visión que las hace mías porque están

en la cruz de los iris como un testamento vital bajo el que transcurre

mi existir, el gusto amargo, dulce, salino, áspero o jugoso

del frutal y la verdura noble, de la magra carne y el húmedo pez,

del merengue o la almendra, del arroz amarillo y la legumbre fresca,

del plátano y la aceituna ácida, de la alcachofa amarga y el erizo

que conserva la sal de los océanos, con el oído que reconoce la voz

familiar, la sinfonía y el rumor del agua, la música y el trino

del pájaro, las palabras que forman esa red donde la razón

y el sentimiento son los versos de un poema sin retorno

para revelar su identidad entre hemistiquios que dividen

el suceder de los años, y el olor que llega ,nunca indiferente,

para que aspire la infinita esencia de lo que es puro y limpio,

también de la podredumbre y la putrefacción, el aroma de la flor

cuya raíz se alza sobre el fango de la decrepitud, me posean; todo seguirá

sin mi carne, mi piel ni mis huesos hasta el fin de mis latidos en tanto existan un sol,

una luna y unos nombres con que poder nombrar la perennidad de lo vivo.

jueves, 6 de febrero de 2025

Oda a la pureza

Intacta en su misterio de ónices y vetas donde el tigre

de la luz no muerde el corazón mineral, agua limpia

de resol y brillo en la atmósfera que agita el aire

con la raíz del viento en la piel de un manantial

que baja por los surcos abiertos como un torrente

cristalino entre los álamos y la fronda que amparan

la canción del río, ósmosis de la desnudez y el color

en un cuerpo adolescente que baila ante la hoguera

del azar con la alegría del príncipe en sus ojos claros;

nunca la ceniza, ni la podredumbre, nunca el óxido

que corrompe el metal de los espejos, nunca el carmín

de la sangre sobre la nieve, ni la palabra sucia del impostor

en la boca de la noche, nunca el ópalo manchado por el tinte

del desprecio en el alma que sostiene a la virtud más viva.



miércoles, 5 de febrero de 2025

Presentimiento

La luna que ya no será mía se vierte en los párpados

ocultos por la sombra, llegará el silencio tras el latido

que derrama su llanto sobre la carne última como un ascua

en el corazón del viento alejándose hacia los paraísos de la nada,

detrás de mí florece la rosa en los suburbios sin paz del abandono,

¿y la llanura, el faro, el eclipse, el pico más alto y la sima más baja, el beso, 

la ola en el mar, tu abril en mis ojos, si al fin lo único que queda es la noche?

El vaso

Crucificado por la luz, diamante desnudo

que muestras el coral de tu líquido fugaz,

en tu piel dura mis huellas son un rastro de amor,

acerco mi boca sedienta a la orilla pulida de tu pozo,

en él la savia incolora del agua o el vino carmesí

son una flor que beben los labios, sin saciar su caudal 

mi sed aunque día tras día derrame sobre mí sus pétalos.



lunes, 3 de febrero de 2025

Los pasos

Ellos niegan lo estático,

no son pilar de audiencia,

ni raíz anclada

ni roca sin pájaros,

ni cruz inmóvil,

ni hogar eterno.


Son el ritmo libre del ciempiés,

la voluntad que hiende el aire

con la lejanía acercándose

como una bandera de paz.


Por si solos no son nada,

juntos son el camino

por el que circula

tu vida.


domingo, 2 de febrero de 2025

Dentro de mí

 

Dentro de mí el surco donde las semillas de la luna

dejaron un río de marfil tras el sereno flujo de la edad,

las caras son ahora fugaces vestigios en el cristal de mis ojos

que aún vuelven a la luz como pájaros que no huyen del sol

al amanecer de unos días que ya no mutan prendidos a la voraz

rutina donde el recuerdo se viste con la ropa vieja de la infancia,

con la dulce canción de la juventud en el eco que los latidos

del corazón remedan como tambores en la noche fría

de este suburbio llamado vejez, con la dura imagen de lo ido

que retorna desde el escondite irreal de la memoria

hasta la identidad de un hoy que recoge en su matriz

todo el tiempo de la luz y los trinos en el jardín de las metáforas

donde al amor era un arco iris que extendía su media luna

por el abril de mi ansia, como un beso extiende su húmeda

sed a través del canto invencible de la ciega carne.


sábado, 1 de febrero de 2025

El carnaval de la doncella

 

¿Qué hay detrás del ropaje y la máscara sino tu desnudez

fruto de una herencia más antigua que tu nombre? Cantos,

risas, el baile de las sombras, la identidad es un misterio

sin revelar, las carrozas engalanadas con el artesonado alegre

de la vestimenta florida, el rímel, la faz oculta, quizá de hombre-mujer

o de mujer-hombre, los cánticos agridulces donde la sátira

es una algarabía de coplas procaces, de atrevimiento en la voz

fingida que cree conocer el alma de los espejos, ingenio

de arrabal, de plazas multitudinarias, de tambores y guitarras,

de jolgorio en las calles como exaltación de júbilo frente a la vida

triste de las colmenas. ¿Qué ocultas bajo el canesú, el miriñaque,

la enagua con lazos verdes y rojos, el vestido de seda expuesto a la luz

de las arañas, amarilla como savia de ámbar en tu piel fingida,

tus medias color de nube, los finos zapatos que calzan tus pies vírgenes,

la muselina y el abanico, los polvos de arroz, el carmín de la boca,

los pendientes de cristal y ese rubor de dama núbil que escucha

entre suspiros y ensueños el rigodón estelar de la noche?

viernes, 31 de enero de 2025

Celebrando la vida

Siente borbotear la sangre por la cueva fiel de un cuerpo

que es tu casa. Está aquí la claridad con su sábana de luz

y su himno de clamor victorioso ante la huida de la noche.

Está la lluvia mojando la piel desnuda de las calles, y el frío

que mana volátil por las rendijas que traen el aire levantisco

de los inviernos. Haz del soliloquio un diálogo donde dos voces

se unan bajo el frenesí ancestral de la estirpe. Que tus hombros

no se alcen como pilar de indiferencia. En la sangre hay mundos

que galopan igual que corceles de plenitud hacia el alba de los sueños.

En el oasis de tus pupilas asoma la luna del asombro con los pájaros

de la luz volando por las cordilleras del futuro. La ilusión es un ángel

que señala al horizonte con el índice extendido y una sonrisa blanca

que ahuyenta al lobo de la frialdad. Aún arde en ti la memoria del desafío.

Vive como vive el viajero, asumiendo que la partida y la llegada son lo mismo.



miércoles, 29 de enero de 2025

La casa

 

Nunca envejecerá la casa de la infancia.


En el recuerdo está viva

como un corazón que late.


Ahora ya no es mi casa,

no la habitan nuestros nombres.


El jardín sin podar parece un animal desvalido.


En la fachada hay grietas, en los ventanales

ya no veo la sombra de mi hermano tras los visillos.


Si cierro los ojos revive la luz en su interior,

hay música en las palabras

y un manantial de alegría

en el salón familiar.


Hay casas que nunca envejecen

por el amor que las tienes


martes, 28 de enero de 2025

Solitario entre vosotros

 Arroja de ti la luz que sorbe el maquillaje de una conversación tardía.


Crece en el color del vaso tu imagen de ámbar dibujada entre los lirios

que adornan el cristal, de tus labios la honda cicatriz del viento adormecida,

de tus ojos la cálida transparencia del ensueño entre páramos de selva negra.

Te crecen alas en los costados como un árbol de ramas de oro con plumas de satén

sin que el aleteo de tu magia se perciba en la atmósfera húmeda de la noche.

Somos el telar de la palabra que enreda su iconografía con el humo azul

de las bocas alzadas, de rubí el anillo que anuda el blancor de tu dedo,

altos los hombros en escorzo de majestuosa pirueta, en tu perfil

las líneas de la virtud se borran como firma de agua en la nieve del azar.

Danza la música y el cigarrillo enciende su carcoma fugaz crepitando

el papel con sonido de canto moribundo, esta luz de lámparas desnudas

nos ilumina con el abrazo infantil de las estrellas en un remedo de sol

amarillo. Detrás de los espejos hay sombras donde viven las últimas

veladas que dejaron huella en el azogue, diálogos como arpegios sin vocales

ni adjetivos, risas de pulcro desdén, la sutil indiferencia de los gestos, el desprecio

y la admiración cual perfume que intercambia sus nombres según la mirada

se llene de hastío o de ángeles arrodillados ante la docta imagen del catecúmeno.

Y yo, solitario entre vosotros, con el alma proscrita y el corazón exhausto,

enmudezco como la piedra enmudece ante la colmena de luz que la cubre

con el atroz aliento de un vendaval que asola la dura coraza del silencio.

lunes, 27 de enero de 2025

El lector de poesía

Alguien unió las letras para sí en un acto de intimidad que ahora leo haciendo mío el misterio de su creación. Es solo un poema aunque yo sé que es más ya que nos enseña un mundo que quien escribe pensaba único y sin embargo cada palabra enciende en el corazón ajeno una llama viva donde se reconoce ese mismo mundo- o uno similar- que el autor creía totalmente propio e incapaz de ser transmitido. Es lo universal del sentimiento, la luz de la inteligencia que ilumina las experiencias como si las historias fueran comunes y no producto de una sola visión sin posibilidad de ser comunicada. Vivo lo que otro vivió, hay algo familiar en lo que leo, que no sé decir exactamente, algo que me transmite dolor o dicha, ternura o lucidez, belleza o fealdad, la vuelta a la infancia o a ese pasado que nunca se ha ido, el día que fue luminoso con la bandera del amor por delante o la noche que siempre vemos como penumbra porque nunca se pierde la esperanza de que vuelva la luz a nuestras vidas, y todo en versos que dejan de ser círculo cerrado para convertirse en un río de palabras que transitan como sangre por unos corazones que sienten lo mismo que sintió quien en soledad escribió ese poema con la intención de compartir su mundo, sus experiencias, su vida, su sentir y sus sueños con aquel que pudiera leerlos en cualquier tiempo, lugar o circunstancia. Por eso la poesía tiene vocación de eternidad.

domingo, 26 de enero de 2025

Evocación de un encuentro efímero

 

Hay momentos en que todo es fulgor,

incluso lo más habitual: el tren del domingo

que tomas un día de octubre,

el retorno del estudiante

a su hogar de invierno.


Por primera vez la palabra es común,

la noche se enciende con mariposas de luz.


Hay un sueño de amor

en cada pregunta

y en cada respuesta.


Nadie en las calles, salvo la sombra

que acompaña a la música

de nuestros pasos.


Conocerse como se conocen las golondrinas

al rozar sus alas cuando vuelan a ciegas.


Algunas horas contigo no bastan para inventar un mundo

si no descubres el resplandor del mañana

en unos ojos sin horizonte.


La cita que no cumpliste

yo la reviví a mi manera

como si tú no fueras tú

sino la imagen que quedó prendida de un lugar

que compartiríamos juntos hasta la lejana vejez.


Esa vejez que ahora describe una ilusión con palabras mudas.






sábado, 25 de enero de 2025

La noche eterna

Qué lentamente la cortina del día baja su velo de luz,

qué armonía de pájaros acecha el primer dorado de la tarde,

qué eclipse de rosa y azul se columpia por el cielo como un alba prematura,

qué arpegio de sol languidece en amarillo igual que una flor de invierno en el corazón de la escarcha, 

qué desnudez asoma en el crepúsculo con el rojo y el carmín que anticipa la tiniebla,

qué noche es la mía que nunca se ha ido.


viernes, 24 de enero de 2025

Amor versus tiempo

Así se va el segundo que viví.


Como latido en el mar de la eterna noche,

como flujo de luna en el corazón que envejece.


Así tu beso que ya es memoria de ausencia en el verano de la luz.


Así la rosa que fue llamarada de color hoy es polvo en la tierra,

semilla o germen de otra rosa que brotará en el jardín del tiempo.


Juntos ningún instante será olvido.


jueves, 23 de enero de 2025

Cuando el cansancio llega alzan el vuelo las palomas de la felicidad

 

No sabrás dónde el camino se vuelve un mar de espejos,

estás en la niebla y en el sur de las amapolas

ignorado como un aire que fluye por los nombres de las rutas

que holló la añoranza. Te despides de los círculos

de la memoria, del regreso a los paraísos de la ilusión fértil.

No hay luz que guie el insomnio de tu vigilia

cuando observas el horizonte y solo ves cenizas en la nieve,

labios que hablan con la penumbra del olvido

mordiendo los apellidos del alba, atardeceres en los ojos

de lo que fue un oasis de claridad, palabras en el mármol

como vestigios de un mundo que ya no reconoce la sangre

agolpándose en la sien tras el afán por descubrir

los secretos que nos regala la vida.




miércoles, 22 de enero de 2025

Mi inútil forma de persistir

 

Sufre el arco iris la ola transversal de la lluvia

bajo el temblor de la luz cualquier mañana de abril;

recorre el tren la llanura herida por el sol mientras

los pájaros en el azul extienden sus alas con la armonía

infantil de un baile huérfano; un suspiro de eternidad

colma tu iris con el verde esperanza de los sueños;

es el mar la lágrima inabarcable de espuma volátil

donde silba el viento y se oyen los cantos tristes

de una sirena inmortal; en los latidos de un corazón

cabalgan los potros de la edad sin jinetes a la grupa

en el crepúsculo que asoma por las esquinas de la noche;

una vez más la flor nace flor en la piel de los jardines de mayo,

la luna es una perla creciente en el atlas del firmamento

después menguará como mengua el estío bajo los horarios

sin luz del otoño, mi inútil forma de persistir es el silencio

donde habita la orfandad que viste el confín de tu mirada.


martes, 21 de enero de 2025

La magia del vino

Enciende su color la brillante luz de la mañana, en mi copa es un mar de alegría, el carmín de su savia moja la cóncava lengua, el gusto amargo, un poco ácido, de fruta noble riega mis papilas como un manantial de uva celeste, brota en las arterias la celebración y el efluvio infantil del juego, también el baile que da voz a los sentidos con palabras de canto y risas, de osada cercanía y a veces de ternura en unos ojos que han perdido el temor a mostrar la faz de un sentimiento tras la huidiza mirada de quien no confía en su suerte, para ti va mi brindis, corazón de olvido, compañía de mis noches sin luna, néctar que viste de rojo la añoranza.

lunes, 20 de enero de 2025

Plegaria al ángel

 

Oh! lágrima que como un orbe traslúcido reflejas la caída

en tu irisada memoria de ángel, duele la perdida paz

del niño que jugó con los alfiles de la ternura, la madre

que arropa los sueños de un porvenir donde la ilusión

tiene alas descubre el frío de la nieve en su hogar

de cristales rotos por el aliento de la pobreza;

el huésped de la noche pisa los charcos del silencio,

arrastra su luna como un exilio por las calles sin fin

de los dédalos, le pesa la quietud de los pájaros

en su abril oscuro; alguien ha perdido un alma

tan próxima a su sombra que es como si hubiera

perdido el revés de su alma, y hay un incomprensible

dolor en todas las lenguas que no dicen nada,

en todos los cristales donde se mira el tiempo,

en cualquier habitación abierta a los días que lloran,

en la cruel ambigüedad de una voz que oscurece esa luz

que nos sirve de futuro; pon tu mano, oh! ángel en la tez

de la espesura, convierte en flor de esperanza el lamento

del proscrito, sé por una vez la caricia que consuela

a la lágrima, regálale al que sufre un óbolo de paz.


domingo, 19 de enero de 2025

Mi bufanda de niño

 

Labrada con hilos de ternura en lana de amor,

sedosa como ángel que abriga el pilar de mi cuello,

anudas la carne con el maternal abrazo de tu corteza

mecida por el aire y el frío, por el céfiro que agita

tus alas pudorosas, por la borrasca y el granizo

que golpean tu pecho entregado, mojada por la dulce

lluvia que desvive el color, es tu nudo no herida

mortal sino beso que calienta la delgadez de mi nuca,

tronco que sostiene la vertical efigie que aún soy;

a ti materia suave que me arropas dedico este humilde

poema para que un día quien te encuentre en lo hondo

de un armario descubra mi gratitud en el azul de unas letras

que mi madre bordó y que unidas forman mi nombre.

viernes, 17 de enero de 2025

Eres de agua

 

Ábrete a la lluvia como flor bautismal,

como cántaro de luna que recoge en el estigma de su aliento

la metamorfosis de abril, la bendición de la clepsidra

entre los abrojos de la fuente, el lirio que derrama

el corazón de la tormenta por las paredes de tu piel en sombra.


Lánzate a la primavera de las cataratas

donde un racimo de lluvia extiende su cabellera líquida

como árbol de agua o río que vence a las colinas del aire.


Vuélvete lágrima en la hondonada de tus páramos,

serenamente busca el manantial bajo las axilas

donde mana tu canción de adolescencia.


En tu boca la sed que hierve de ansia

por recibir el hondo suspiro de la bruma.


Pisa los charcos primigenios que afloran

como espejos de azogue traslúcido,

en su faz la nube cabalga los muros del cristal

como pluma de algodón, espejismo innombrable,

indescriptible fluir de los dibujos grises

bajo el volcán acuoso.


Sus rizos de savia incolora,

su vapor de nieve en corrientes de viento áspero

cubre los paraguas sin cúpula,

las varillas roídas por los hilos de la tempestad.


Baila con la música del canalón

que vierte su insomnio por las alcantarillas de la noche.


Desnúdate como árbol, espiga o flor,

recibe el fruto de la vida que es el agua inmemorial de las estrellas.









jueves, 16 de enero de 2025

De la vida dura

 

Así son las venas que arrastran la pulsión del mal,
así el hemisferio lloroso donde las paredes destilan
hilos delgados de agua turbia, largos túneles de orines
y defecación, la humedad sin antorchas, las puertas
cerradas a la luz, los ratones ciegos junto al mendigo ciego,
el olor hostil de las cloacas y la huida por los corredores
que forman un círculo infeliz; un día la sangre
más negra cesará y descubriremos la luz.

martes, 14 de enero de 2025

Paseo por la ciudad medieval

El caballo del húsar golpea los adoquines con su trote altivo, banderas a contraluz en las plazas de noviembre, tranvías sin alfabeto a media tarde, pájaros que se posan en los faroles del puente, bajo la herrumbre de las estatuas junto a las vendedoras de flores mojadas por la lluvia, el río lleva pétalos color carmesí que coronan los rizos del agua, el violín y la marioneta, el cómico y su títere, las torres que se miran desafiantes retando al sueño, postales color sepia, el reloj tan solo da las horas del azar con su arquitectura dorada y azul, los juguetes mecánicos avisan del destino común a los espectadores que aplauden el ritual con la impaciencia del acólito, en el poso del café un reflejo de golondrinas cruzando los espacios abiertos a la luz, pináculos de iglesia como índices acusadores, letanía de cantos, pérgolas en los alféizares colgadas como nubes de un jardín en flor, qué lejos el grito de la historia, los ejércitos multicolores, las guerras de salvación, el fanatismo de las religiones, el hierro de las ideologías, aquel viaje de juventud cuando aún eras niña.

lunes, 13 de enero de 2025

El gladiador

 

Cielo sin aves, ceniza del azul.


Qué clamor de gargantas,

odio y sed de agonía

en las bocas.


Címbalos, clarines,

el palio al viento

y la gloria de mi nombre

aguardan la lid.


La muerte es un río rojo

inagotable.


Sobrevivir al acoso del tridente,

al león que embiste a la luna de mi pecho.


En cada cicatriz una dentellada atroz,

en mi alma la noche.

Evocaciones

 

Aquel atardecer de nubes dibujando rostros

en los tapices del cielo, mas tarde la lluvia

y el mar, agua caída sobre agua, azul y gris

en tornasol, fotograma perdido en el océano

de la infancia; en otra ciudad el muro que rodea

el jardín de las flores, la catedral indolente

como espectro de luna, el río en mi latir

que arrastra las espigas con el trigo del amor

esparciéndose por la sangre cual rocío de salvación,

aquel oasis que reverdeció bajo la sombra de las acacias

en un lugar que se iza en medio del pasado como

un castillo que luce las flores de la esperanza

en sus almenas mordidas por el viento de la vida.


sábado, 11 de enero de 2025

Porque aprecio la vida

 

Porque aprecio la vida tengo costumbres.


Abro la ventana al sol y a la bruma,

al viento y a la calle, a las estaciones

que me regalan frío y calor,

flores y nieve, luz y horas negras.


Aspiro el aire que es una bendición

de oxígeno fugaz que va y viene

como el beso de un ángel tímido.


Te busco sin buscarte pues estás aquí

a mi lado como sombra que abraza

la estatura del amor que nos une.


Corro en sueños

por la vía láctea

de tu nombre.


Mi vigilia nunca es estéril

si en el trasluz asomas

como un pájaro de azar

que me lleva

a su nido celeste.


Porque aprecio la vida no soy libre de vivir sin ti.



viernes, 10 de enero de 2025

La luna me revela tu ausencia

 

Por el corazón del visillo
esparce su luz
como leche de abril.

Rayo en el espejo
su oronda cicatriz
brilla perlada
como un ojo de claridad
que en la penumbra refleja
el alma de la noche.

Veo su faz de plenilunio
desde mi cama
donde tu sombra dejó
un eclipse de amor.

Cuando llegue el día
volverá a mí tu luz.

En la hondura

La sima donde no finge color el silencio, voces, ecos

de largas vocales escalan las paredes de la fragilidad

con uñas de felino, trepan los istmos de las historias

por la fronda de la aventura hacia la luz objetiva de la verdad,

lobos en las cornisas, en los puentes, en las cuevas

interiores donde el eclipse se derrama con virtud de ceniza, 

hilos de red que son cedazo, pretil, dique, allí se remansa 

el agua de los minutos como sangre que no fluye por las arterias

de la claridad, negrura de pez, balcón oscuro donde los pájaros

tienen alas de alquitrán, el pozo del remordimiento

con su magma de azufre, la brujas que invocan latidos

del mal sin la flor de la alegría en el atril del canto,

cae la piedra con obstinada mudez como cae la lluvia

en el nido de la conciencia, y en la hondura la fosa

de los lirios, el corazón del ángel, el rubí del sueño,

y también tú ahogándote como una danzarina

frágil en el mar profundo del olvido.


miércoles, 8 de enero de 2025

Cenizas

 

Así, vencidas por el fuego, en extinto acto de amor,

irisadas por la luz, con vuestra tez negra de piel volátil,

sin mostrar textura, danzáis por las colinas del aire

como átomos de infinitud; antes fuisteis materia,

cuerpo, densidad, papeles destruidos que ocultaban

mensajes sin voz, madera que calentó mis noches

de invierno, paja y broza, astilla de puntal, árbol vivo, 

que al morir, encendió con su luz mi hogar oscuro.

martes, 7 de enero de 2025

La libertad de expresión como derecho humano

 

Soy la palabra más libre,

la que ignora el pulso de los sentimientos.


Trato de ser pura

como el cuarzo cristalino

de la verdad.


Para mí no hay comunión

pues si es otro el que repite lo que digo

mi esencia se pierde en su eco.


Soy única porque la voz que nace de mí

no está encadenada al muro de los convenciones.


A veces hiere la sensibilidad ajena

mi razón-o el sueño de mi razón-.


A veces provoco la ira del intolerante

con mis argumentos que no siguen los cauces

por donde circula la opinión más unívoca.


Sé que existe la ley

y que vivo en sociedad,

sé que debo respetar

-que no es necesariamente compartir-

las normas, que el honor es un bien,

que expresarse libremente en ambas direcciones

es un comodín para el diálogo y el entendimiento.


Mi libertad no se rige por la ofensa,

solo trato de sobrenadar en las aguas de lo verídico.


Seguiré así con la independencia del pájaro

que atraviesa un cielo de ladrillos mudos.


Nunca me estrellaré contra el temor a decir lo que pienso.












lunes, 6 de enero de 2025

Siento frío

 

Por mas que el ardoroso día viene con su lengua de fuego

a calentar el profundo sentir de este corazón herido

hay en el confín del alma estalactitas de hondura fiel,

carámbanos fósiles donde jamás es julio, nieve

por las concavidades internas que una vez fueron

luz de estío, ventiscas que la memoria trae negando

la paz de un refugio, y es como una flor ártica de pétalos

duros el silencio que acompaña a la edad, ríos

quietos como cristal en los ojos que ya no ven oasis

en los desiertos cálidos del porvenir, lagunas donde

patinan desnudos los alfileres del dolor con su piel

de escarcha que reverbera en los horarios sin fin de la melancolía;

tirito aunque junto a mí se incendien los bosques de la vida

con sus hojas crepitando como ángeles de ardor, y es que sin ti

no hay luz ni pájaros que abracen la fría soledad que me inunda.


domingo, 5 de enero de 2025

La herida abierta

 

Di dolor con sus cinco letras sangrando,

que te escuche la noche más profunda,

que desde el fondo de la garganta

un alud de pasión incendie el día

y sea el aullido el único lenguaje

que articule tu boca.



sábado, 4 de enero de 2025

La máscara

 

¿Cuál es su código sino la forma múltiple

que engaña a la luz con la sinuosidad del color

y la textura tan ajena a lo humano?


¿Seré el rostro del arlequín con mil nubes en la tez,

los labios púrpura, el tinte en las cejas

y en los pómulos el brillo astral de los sueños?


Porque tras el antifaz hay un ansia que juega al misterio del amor,

y son de perla, de oro, de encaje, de porcelana

las sinuosas colinas de su perfil.


O de humilde papel con el dibujo siempre por terminar de una imagen

que deberíamos reconocer como se reconoce la mirada propia

en el corazón de los espejos.


¿Será el familiar contorno, mi sitio en el árbol genealógico,

la raigambre que crea entre los parientes

un nudo de rasgos que se reproducen en la herencia

como una colección insana de astutas caretas

el carnaval donde confundimos lo próximo

con lo imaginario?


Ante la muerte no hay disfraz, solo la verdad de los huesos

bajo una ilusión que se difumina en el claroscuro de la nada.

viernes, 3 de enero de 2025

Balada de otoño

 

Lanzas al vuelo desde el ramaje la alegría de las hojas caducas,

desnudez fantasmal con hilos de niebla en las cornisas del aire,

canto del ruiseñor como eco que seduce al trino del colibrí,

en la humedad que envuelve el cáliz del bosque, al bies

de la hojarasca, un rosario en círculo de hermafroditas

babosas, y en las cortezas el liquen amante, un hongo

esbelto de sedoso tacto, aroma de la profunda edad

esmaltada por el ocre y el púrpura que han encendido

el verdor del adolescente tallo, cautividad del musgo

en las rocas que el rocío convierte en sedimento líquido,

la perdida canción de mi ser tras la lejanía de la urbe,

en el manantial la belleza del cérvido bajo el claroscuro

de la enramada, silencio o coro que el viento arremolina

con ulular de sombras, con la hiedra mágica en el corazón

más húmedo de la espesura, hogar del ángel celeste,

vereda que circunvala el dorado tapiz del humus,

angosta como un hilo de claridad, río que llega a mí

con el susurro del alba, pájaros que beben en la luna

del agua su nombre de ídolo libre, caen en ardid de lluvia

las rosas del misterio, le rezo a un dios con voz de árbol,

soy lobo que no halla en la cicatriz de la inocencia

la respuesta a las preguntas de la luz.