jueves, 30 de marzo de 2023

Dedicado a los que me desprecian

 "Mucho debo a quienes no amo"

Wisława Szymborska

Qué suerte no amar a quienes no me aman.

Ellos se ofuscan con un cuerpo diferente
como si un solo árbol pudiera darles cobijo,
a mí me ignoran, sabiamente sonrío
porque sé que mi libertad está a salvo.

En el rito de la posesión solo hay alas sin cielo,
la mordedura del amor impide el flujo noble de la sangre,
en los iris ya no existen islas por descubrir.

Mi egoísmo me delata, en el mar de la poesía se agradecen
como una ola de espuma
la entrega y el acto feliz de la gracia.

No merezco ser guirnalda, ni puente ni océano
de un futuro sin propósito.

Qué suerte no amar a los que no me aman.

Sed bienvenidos siempre a mi noche de antorchas encendidas,
aunque tan solo seáis la sombra de una pared
que se niega a recibir la luz.

Lágrima

Poliédrica flor de agua, raíz de la humana emoción,
fluido que asoma lentamente y crea un lago minúsculo,
sutil como una sed de aire, como un manantial que quiere
transitar por la cuarteada tez de tus días. Así nace, pero
luego se libera y es río de caudal seguro, es arpegio de dolor
o de canto alegre, en las mejillas humedad de una luz pálida,
en las comisuras escarcha tibia, amante fiel del gemido triste
o de la risa, del tierno dulzor, de la memoria que retrata al padre
o a la madre, en una fotografía del pasado. Cae y su caída moja
el pómulo de la vida, con los dedos recorres su cauce líquido,
diluyes su frenesí, secas el sentir que humedece tu pañuelo azul,
y al fin te observas en el espejo para que los ojos del ayer rescaten
la humanidad que aún guardas en el fondo de tu corazón marchito.

miércoles, 29 de marzo de 2023

Río de carne

Tus rodillas son de nácar y tu sed de viento.

 

Las colmenas que habitan en tus ojos

dan una miel antigua

que abastece los silencios.

 

Veo columpios que bajan despacio hasta tu ingle oculta,

veo como la ola que los lleva se iza

y es el promontorio del pecho su dique.

 

El ombligo es tu ojal, la memoria tu virtud,

el perfil del seno tu canción.

 

Pisas las hojas de la claridad con la sombra de las estrellas a tu lado,

y en mi espejismo fuiste color, imagen en el cristal,

humo que viajó ondulante hacia las colinas dibujadas

por la mano de un duende.

 

Como un altar humilde niegas el perfume de los pebeteros,

te basta el fósil del miedo para sentir la herida del desahuciado.

 

Eres el ramal de un río de carne que solo existe en el centro de la luz.

 

lunes, 27 de marzo de 2023

Las cosas

 

Las cosas no solo están ahí, tienen alma.

 

Porque son memoria de la edad,

un almanaque, una sortija, una carta o un cuadro

viajan contigo como una nube eterna sobre una piel insomne.

 

Y te hablan con el misterio del olvido,

y te dicen lo que ya desconoces,

tu raíz y tu paso entre los virgos que una vez mancillaste,

joven como un alfil de luz

que penetrara gozoso en las cuevas del tiempo.

 

Su sitio está contigo

aunque ya no te ampares bajo su sombra,

aunque en el cajón no guardes el relámpago que mordió tus ojos

y que fue el impulso de tu primavera feliz.

 

Podrías enumerar el color, la forma

y ese no decir que ocultan al extraño,

ese laberinto del que solo tú descubres la salida.

 

Las cosas están en ti como un tatuaje,

son pequeñas, nadie las nombra,

pero son también un sol cuando abres las manos

y las recoges, y ves en su nervadura los mapas recorridos,

el territorio fértil donde un día amaneciste hombre.

 

 

 

 

 

 

 


domingo, 26 de marzo de 2023

Invitación

 

Ven, de nuevo, a la órbita que dejaste en mi noche,

como un satélite perdido que busca la elipse

donde aún duerme su ayer.

 

Ven con el trino y la flor,

con tu mandil de estrellas

y el corazón encendido

como un fanal.

 

Ven sin que tiemble en ti la aurora,

sé noche en llamas o luz en los espejos

que no saben morir.

 

Ven al gladiolo feliz de todas las primaveras que vendrán,

ven a la armonía inútil de los relojes con su voz metálica

y su desdén de engranajes absurdos.

 

Ven y refúgiate en el misterio de las sábanas,

bajo su tela reviven los azares que compartimos,

así es cómo se aman los cuerpos sin edad.

 

Ven con el rojo del ardor en las mejillas,

ven con el ojal del silencio en tu boca

y un pretérito de flores sin paz

bajo un frío celeste.

 

Ven hasta el círculo de mi ausencia

y oirás al eco que fuimos, llorar.

 

También lloran con lágrimas de abril

las nubes pasajeras.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 


Poema contra las redes sociales

 

Debería contárselo al espejo

para así tener la ficción del otro.

 

Está el mundo sin fronteras,

la grey con sus palabras que causan dolor,

la curiosidad adolescente del vampiro.

 

Una imagen es un pedazo de alma con piel y huesos,

puedes bailar, reírte, decir “me gusta” al olvido que vendrá,

convertirte en la estrella de un jardín universal

sin el tacto ni la mirada sobre la carne

que nutre los sentidos.

 

No sé si buscas ser el foco de la envidia o la admiración

o tal vez, simplemente, la nada de un artificio efímero.

 

Conversa con otro cuerpo delante,

joven o mayor,

con el niño que fuiste,

la distancia es una manzana podrida

cuando los frutales son de viento.

 

Este poema lo escribo para ti desde la ausencia,

quisiera recitártelo a solas junto al fuego

en un día gris de otoño

para no morir de multitud.

 


sábado, 25 de marzo de 2023

Un día diferente

 

Ayer el silencio fue grito, y el grito susurro.

Ayer la lluvia nacía de tus pestañas,
yo en el cielo solo vi la fuente de tus ojos
derramarse.

Ayer el pan sobre la mesa,
el agua en los labios, y tú callada.

Ayer el olvido fue recuerdo
y el recuerdo una canción que no se olvida.

Ayer el futuro me habló con la voz amable de los espejos
mientras yo escribía este poema
sin remite.

Ayer la luz cubrió tu piel y era la claridad tu nombre.

Ayer viajé sin moverme y fueron horas los minutos.

Ayer lo distinto brotó como un árbol de nieve en el mar,
hoy me pregunto por dónde habré estado.

jueves, 23 de marzo de 2023

Mi sed

 

Yo no sé cuál es mi sed, si la que está en mis labios cuarteados

y mi lengua reseca, no sé si es el alma que necesita de la lluvia,

tal vez podría regar la raíz de mi memoria

para no perecer en el estío de mis noches.

 

Me despierto sin ti y necesito alas

-que no son sed-.

 

Qué molécula ardiente brinca si abro los ojos y tú eres ausencia,

qué aire, oxígeno para mis alvéolos

quiere fustigar

con un látigo febril

la crueldad del olvido.

 

Mi sed es de agua y es un polen al viento,

mi sed no cabe en los círculos,

mi sed aúlla y muere

sin los pétalos del amor.

 

Quizá un día descubra cuál es mi verdadera sed

y me dé miedo nombrarla.

 


miércoles, 22 de marzo de 2023

La verdad es la luz


No se mide en letras ni hay que simular otra voz,
aunque sea herida lleva el ungüento de un mañana
albo, no la ocultes, que brote la flor de abril y el corazón
escuche el latido de la luz, que deje de vivir en la sombra
como un niño irreal, que amanezca en el rostro la cicatriz
para que puedas ser la piel valiente de un error, o una semilla
regada por la claridad de ese silencio sin nubes que murmura
en los oídos un silbido unánime, una rosa que fue amamantada
con la sal de un coro gris, un capullo triste que tendrás que regar
en los días del pánico. Pero no siempre es dolor, bajo la máscara
de la alegría se desnuda y da brillo a los ojos y hace volar a las alondras,
o, simplemente, eres tú el mensajero, el que razona las consecuencias
y piensa que el engaño es un pozo de aguas frías donde se pudren
las palabras. Si alguna vez la mentira hizo palidecer tus labios, ignórala,
que el carmesí de la verdad regale su luz a lo que debas decirme.


Una vida juntos

 

Hace tiempo que el tiempo murió en los relojes,
las raíces se elevan y bailan el humo,
el polvo y el jardín escondido.

Tan lenta la elipse, la guadaña de plata en un rincón,
la sed del aire en los alveolos,
un capicúa se vierte en mi boca con su golondrina de azar.

Los árboles no existen sin sur,
los pájaros son escarlatas, sin el día no llega la noche.

Tú ya sabes que somos el comodín de las horas,
y que no tatué en tu piel el músculo alegre que brinca,
tú ya sabes que en un lodazal no nacen espejos,
el azul es un ardid de máscaras,
un lapislázuli dormido sobre las aguas del mar.

La insignificancia sueña como sueñan los cometas,
si tú me dices: “yo cambié el mundo”;
te contestaré: “el mundo cambió, pero no por ti”.

Con espasmos de viejo se descubre la luz, el sol gime en mis rodillas,
la simetría es la música del corazón si añora el silencio.

Hay ejes que no gritan y cañaverales sin alma,
hay súcubos felices porque al fin los cuerpos son de barro,
hay ermitaños en el fondo de tu armario que desdeñan la luz.

Escucha el oleaje de la sombra,
te envuelve como la espuma envuelve al látigo del aire,
escucha el trino de la escarcha que se quiebra,
escucha como dos voces se estudian: quieren un símil y una sola voz.

Canta conmigo una canción sin letra,
sílbale, con furor, al olvido,
y después, abrázame.

domingo, 19 de marzo de 2023

Tu verdad

 

Si descubres tu verdad

que no te conmine

la opinión del otro.

 

Cada hombre y cada mujer

son un mapa en blanco.

 

Toma el lápiz y dibuja

en un lienzo los continentes que serás,

los mares y las islas por nacer,

un cielo y una luna nuevos.

 

El mundo en tus ojos

no encontrará más límite

que las estrellas,

ninguna razón más viva

que tu libertad.

 

 

 

 

 

Sin pudor

 

Si te pones de espaldas y abres los ojos ante el espejo

verás al otro espejo desnudarte. Las manos no sirven

para ocultar completamente la piel, los senos se escapan

lúbricos entre el índice y el pulgar, esa zona íntima de tu ser

junto a los muslos no quiere sombra quiere un sol que la reviva,

una lengua que la moje. Mírate de frente, sin atavíos, reconoce

el ansia de tu cuerpo, la cordillera perfecta de tu anatomía.

Aún eres joven para mostrarte, aún enciendes la pasión

del contrario, todavía la humedad y el olor acre son tu perfume.

Somos como el animal que, encelado, se vuelve ciego y se tira

a la noche, somos una puerta abierta al ardor y al deseo, somos

la piel sin olvido; exhibe ante mí la naturalidad de tu hermosura.