domingo, 30 de julio de 2023

La oración

 

A ti omnipotente señor de las esferas,

dime cuánto valen el alma, la eternidad o el sol.

 

A ti que eres orgullo de cifras, emperador de la materia,

alacrán de los pobres, monstruoso faquir de la lujuria.

 

A ti que desconoces la bondad y no vuelas con las alas del espíritu,

a ti que no podrás comprar a la muerte ni poner juventud a tu vejez,

a ti que crees que la única felicidad está en los bancos,

que desprecias la nobleza del amor con billetes de silencio entre los dedos.

 

A ti dedico esta oración porque me da pena tu podredumbre

vestida de lujo y joyas, de automóviles y palacios,

de navíos y aviones que un día caerán sobre tus huesos

formando una pirámide inhóspita que cubrirá de óxido

la fósil sepultura de tu nada.

 

 


El pistolero que viaja conmigo en el tren nocturno


Episodios veloces como flechas de azar,
el tren nocturno descubre el estertor de los campos,
la pálida inquietud de la luna de julio,
el vuelo sombrío de los pájaros sobre los tendidos eléctricos,
las hojas del maíz, apenas visibles, besadas por un aire seco y febril.

Y tú, con tu gabardina sin bolsillos,
de un gris desvaído, los guantes y los jeans ajados,
las botas en punta, la cicatriz en el pómulo,
sin revólver ni biblia, duermes,
la visera del sombrero tapándote los ojos,
estatua vivaz bajo la plenitud sin alma de la noche.

Y yo, con el reflejo de mi tez en el cristal de este vagón azul,
evoco la infancia perdida, y ansío el futuro
que aún no amanece.

sábado, 29 de julio de 2023

La flor de sal

 

He ido al color y el aroma del yodo, y a la música

del oleaje con su lengua blanca y sus rizos alegres.

La arena purísima como hostia de cuarzo, los cuerpos

bruñidos y el sol robusto, leal, dios de la luz y la mañana.

Mi piel con poliédricas gotas como pecas invisibles siente

la cálida presencia del rayo, el mínimo roce del aire

en el vello, el tránsito de la humedad que se agosta

en los poros y alza una flor de sal, blanquecina como

un traje de novia, transparente como un cendal de monja

núbil, efímera como maná de espuma en la raíz de mi pecho.

 

viernes, 28 de julio de 2023

El pájaro rebelde

 

Cuando modulas tu voz los pájaros callan.

 

El silencio, entonces, recita sílabas de humo

que solo yo comprendo.

 

En el teatro de los días abres libros rojos,

andas por las cornisas sin temor,

tus caderas son de nube y tu boca es de amianto.

 

Al decir sí, dices no, porque el capricho te divierte

con sus azules alas de brillantina y sus abalorios

que cuelgan de tus senos

como un reclamo de seducción enmohecida

o un desliz de collar perdido entre los pezones abiertos a la luz

como una flor de sal.

 

Cuando modulas tu voz los pájaros callan.

 

Y yo, que soy pájaro, aún trino,

para así no escucharte.

 

 

jueves, 27 de julio de 2023

La música de lo efímero

 

Palabras sin aliento se elevan con el humo
y son rosas de paz los nombres que nadie dice,
el carmín incesante del olvido en los labios de la ausencia,
la música lenta con su espíritu infantil que silba al azar
los viejos cantos del jazz, la rítmica ternura de una bossa nova
que se apaga bajo el dintel donde ya no estás,
el góspel triste de los seres sin alma, sin fe, sin dios ni ideología,
el susurro como una lengua que lame el hastío y deposita su sed
en los vidrios olvidados sobre las mesas de caoba,
en la última palabra que se dijo, en el foco de luz
que ilumina el vacío de las sillas sin cuerpo,
en la flor azul que dejó la mirada al irse,
en los minutos que se van como memoria de nube,
como cristal de agua sobre un torrente fugaz;
árbol sin raíz, río sin delta, ángel sin alas, tú.

miércoles, 26 de julio de 2023

Tú haces que el frío sea cálido

 

Hoy la plaza vive en el resplandor, bruma en el ojo de la noche,

manto de escarcha que cae como un beso líquido, beso de iceberg

azul, labios de niebla en las esquinas, silencio de amapolas casi blancas,

casi frenesí de carámbano en los jardines traslucidos, casi marea

inmóvil donde patina el rostro del invierno; y yo con mi anorak

sin identidad ni raíz, mis jeans prestados, mis botas de piel ajada,

mis guantes de niño pobre, voy hacia tu música de sol y fragua,

hacia tus hombros de palmera feliz, hacia tu vientre cálido de tizón

rosa donde el abrigo es de carne y el frío es un alud de aire tibio,

un arrullo de voz trémula, una sed que se ha vuelto ráfaga de paz

sobre el temblor de mis poros que, al fin, se entregan a ti.

martes, 25 de julio de 2023

El invierno hizo que me refugiara en el Catedral

 

La serenidad de la lluvia moja las agujas nobles que pintan el cielo.

 

Me llama la luz mortecina de las velas,

mis pasos sonoros alteran el trino inaudible del silencio,

esta atmósfera de cantos no oídos, de rezos antiguos

como salmodia de ángeles, los bancales de madera

envejecida sudan oraciones blancas,

las viejas pilastras crecen hacia la bóveda de nervaduras en cruz.

 

Mi piel recibe el aliento místico de los penitentes,

capillas en sombra con cirios redondos como fanal que guía

a la fe de los niños, y en lo alto vidrieras multicolores

que me miran con sus párpados envueltos en luz,

su frío de escarcha, su pasión de Gólgota, su sed de anunciación y gloria.

 

Palpo con mis dedos la espalda recamada de este santo peregrino,

al frente la nave es un río de amor, una piedad humilde,

una vena que ora y enmudece a la vez

como el misterio mismo de la invencible creencia.

 

Y este aroma a incienso volátil, este arrullo del órgano con tez de plata,

ese sitial tallado, sillas de ébano infeliz, de hábito cruel,

de sentencia y noche, de intolerancia y fuego.

 

Y en el retablo el oro y el marfil, la custodia cerrada,

el cáliz vacío, los apóstoles y una virgen que lleva en su vientre

al Cristo de los ojos cerrados y de la inocencia dormida.

 

lunes, 24 de julio de 2023

Mojándome

 


Ha llegado hasta mí una lluvia de manantial.

Ha llegado el frío con sus agujas de hambre y yo,

indócil, me uno al viento ártico, al furor de los desagües...

Y en el espacio, y en las horas de rumores y ramas caídas,

en el ulular agónico de los pájaros, en la curva y en el refugio de un balcón,

en la ráfaga cósmica que agita la alameda, en los paraguas contraídos

por la furia del aire, junto a la estatua de ojos tristes y verdina en la piel,

sin ver la sombra de los soportales ni sentir el hueso del agua

romperse en mi rostro, sin el compás de tu paso siguiéndome,

sin el rubor en mi mejilla mojada, tan vacías las calles de sol y de azul,

recibo el sudor líquido que se vuelca y bendice el sucio eclipse

que va dejando mi ansia de estío, mi claridad perdida,

mi memoria que un día fue todo luz de infancia.

 

 


domingo, 23 de julio de 2023

Una casa en mi mano de niño

 

La pared es un largo espejo de figuras inmóviles.

Molduras donde habitan los rostros que han vivido

en su piel de cálida hembra. La casa está en mi edad

como un faro de la memoria que brillara en el tizón

de los silencios. Juegos no dibujados en las baldosas

de grecas marrones, un teléfono de timbre ágil

sobre la repisa común, el reloj de pajarita con agujas

doradas, pequeños cuadros, oscuros, misteriosos, sin paz.

Duerme mi voz bajo la araña de cristal, las sillas medievales

que nadie ocupa, la cornucopia que jamás recibe la luz del día,

solo los rayos amarillos de la intimidad. Y la música en mis oídos

donde los sueños vuelan sin alas, como arpegios de jabón

entre nubes de futuro, como gotas de lluvia que en vez

de caer se impulsan felices hacia los cielos del azar.

La casa vive en mi mano de niño, mi eterna mano

de niño que se abre a la noche iluminada, fanal

de luz que titila en la cornisa de mis ojos.

 

 

sábado, 22 de julio de 2023

Aún espero encontrarte

 

El tren lleva rosas en las ventanas,

así imagino yo el día en que abril se esparce

como un viento cálido.

 

La ciudad es de vidrio, metal y mármoles blancos

y no de espuma ni alcanfor,

la ciudad ha visto muchos nombres que no son los de sus calles

volar sin alas como espectros que nadie deletrea,

como sinónimos de aire, invisible aire,

traslúcido aire, aire sin densidad

ni vocales, aire azul de océano infinito.

 

Y no me bastan sus jardines ásperos,

ni sus plazas insomnes, ni el color triste de los naranjos,

ni el lento tráfico de las avenidas, ni siquiera fingir tu figura lejana

bajo una pérgola de hojas verdes, inmóvil en su pedestal

de oráculo y mitos, con tu espalda al sol

y tu pecho batiéndose contra la luz.

 

Y en la subterránea ciudad el silencio de los ojos,

los móviles encendidos como faros sin mar,

las miradas con fulgor de hambre,

el cielo cóncavo de yeso y antracita,

la música que reverbera entre paredes

que son túneles de misterio y odas sin héroe,

que son largas heridas de escarcha,

sucias y fértiles bajo el magma de la infelicidad.

 

Y en el día, yo que espío sin querer,

yo que no sé mi edad, yo que, inútilmente, vendí mi sombra,

aún espero encontrarte.


viernes, 21 de julio de 2023

Aún estás a tiempo

 

Pregúntate si tú has dado tanto como recibiste.

No has sido fuente solo cauce, no has sido casi nunca 

sol, más a menudo sombra. Pero alguien te regaló su luz,

desprendiéndose de su propio abrazo, alguien veló

por ti y te entregó su luna, su pequeña luna de paz.

No te quejes de que te aman poco si junto a ti hay

un corazón que late al unísono. Los años conseguirán

que entiendas el silencio compartido de dos almas que nadan

en el mismo río, agua de amor bajo los círculos del tiempo.

Pregúntate si tú has dado tanto como recibiste y si no es así

dedica las horas del futuro a compensar tu olvido. Solo existe

la luz si los ojos se abren a la vez para descubrir que son la misma vida.

jueves, 20 de julio de 2023

Mientras escucho un LP de Georges Moustaki

 


Remontaba el istmo de la música por mis venas,
todo dulzor y canto el río de las palabras, crecía la espiga
de los cabellos grises, enraizados, ávidos como los de un Cristo feliz.
Subía el pálpito voraz de la melodía con islas azules,
cálidos arpegios de un mar sin luna, la voz extraña
gemía como un lapislázuli arcaico, silbos de juncos,
la fluida sed de la infancia, los mapas del atardecer
y las calles luminosas de Alejandría, con alas de príncipe
y un hatillo barato, con guitarra de viento y armónica de pastor,
con la voluntad enrojecida por las lágrimas ciegas de un gorrión,
desnudo, pese a todo, entre necios pétalos y un beso lánguido
de matrona. Me posees y no cesa el nardo de una canción,
la ventana vuelve a mis ojos y una fibra de altiva luminosidad
roza el alambre del ensueño, lianas viejas de expresiones sin pudor,
un ritmo de timbales, una percusión metálica, un bongo agridulce
acompañan el susurro inmóvil de un sentimiento, y mi latido
que ya es 
meteque de mí, la carta que no lleva mi firma, la soledad
fluye entre los labios como un cometa huérfano, el hombre libre
canta en el perfil de los abecedarios, el color marrón no viste a los espejos,
Gaspard no habita en un poema, el crisol de un juglar recita los amores idos,
mientras yo intuyo, bajo la cariátide del portal, un jardín de música
donde la ilusión de un adolescente dibuja flores que brotan de la nieve.

 

*Referencias a canciones: Le meteque(el extranjero), Le facteur(el cartero), Ma solitude(Mi soledad), Ma liberté(Mi libertad), Gaspard.

miércoles, 19 de julio de 2023

Sin ti

 

Las palabras que dijiste flotan en el aire como gusanos ciegos.

 

Un perfume tenaz, de piel sin tatuajes, inunda los espejos,

entonces sé que te has ido al lugar de las hojas caídas,

al rumor invisible de lo ignoto.

 

En el espacio de paredes blancas tu voz es de metal,

como oro líquido el rastro que aún persiste en el collar que olvidaste,

en la enagua sin vainicas que duerme en mi cama,

en la cinta que anoche mordía tu pelo.

 

El café humea en el tazón sobre un mantel de hule,

hay un silencio de árboles mudos que me hace compañía.

 

Casi siempre olvidas cerrar la ventana, es tu forma de querer a la vida,

de recibir la claridad con el abrazo ausente de tu cuerpo que de pronto no está,

y aun así deja conmigo el misterio de tu luz.

                                                                                                                                     


martes, 18 de julio de 2023

Cambio climático

 


Esto que ves, hijo mío, aún es un mundo hermoso. La luz llega suficientemente clara, atravesando una pátina de gases y sombras tenues con la insistencia de un fulgor ancestral que no desea extinguirse. El mar crece y ya es todo ola, una ola lenta que se traga las islas del ensueño, las costas horizontales, las playas del trópico. Te hablaré de las especies que no podrán sobrevivir a un clima que ahoga los hábitats y mata el corazón de la tierra, la flora de los océanos, los frutos y el cereal que nos permite vivir a los pobres. Los brillantes hielos del ártico y del sur disminuyen, se quiebran porque les besa la calidez de un agua insólita, el oso polar, a lo lejos, busca un territorio blanco y frío que muy pronto será para él una trampa mortal. Los lagos que eran un gran ojo líquido, fértil y feraz, ven empequeñecer su perímetro como si también conocieran de pronto la vejez y el acabamiento humano. Y las grandes tormentas, las riadas, el tifón y los huracanes asoman coléricos, con la rabia de la desolación en su agitar enloquecido de fiera herida. Esto que ves, hijo mío, ya no es un mundo tan hermoso como el que yo conocí, cuídalo, cuidarlo, ¡exigid a los poderosos su pervivencia!, para que aún mantenga esa belleza, tan frágil, para que la vida siga engendrando vida y no muerte, para que el futuro sea del hombre, y no de la ceniza.​

lunes, 17 de julio de 2023

La fuente

 

Primero oír su melodía con los ojos cerrados a la luz,

el frescor en los pómulos de esa leve cortina de gotas felices

que cae como rocío en los pómulos, como beso en los labios.

 

Qué álgida su espiga, que lengua desplomándose,

armoniosa, qué agua rezuma en las bocas de tritones,

corales, ninfas, caballos sin paz.

 

Alegoría mística en los espejos inéditos de un lago,

mosaico escondido en su vientre multicolor,

un conjunto inmortal de figuras que crea ficción,

que reivindica un mito, que en la noche reverbera

con silencio de luces y rotundas cabriolas del agua.

 

Animales dorados y sirenas de río, juegos de verano

que refrescan la piel infinitamente humana, la sed

de los pájaros y la estatua en un pedestal que llora vida.

 

El chorro invencible es caudal milagroso, sentencia de amor,

lujuria de una carne solícita en un acto de entrega

a su murmullo de fertilidad, a su alegre trino de infantil cascada.

 


domingo, 16 de julio de 2023

El dragón sin alma


 El dragón sin alma de la oscuridad escupe bombas negras.

 

Por la sed de la historia, por la caries del imperio,

por las trompetas del caos, por la gloria de la inmortalidad

y la megalomanía de los espejos.

 

El dragón en su cama de alabastro duerme sin luna,

no le importan los huérfanos, solo el avance de la crueldad

y el poder de la espada de fuego, solo el hipócrita alud de la conquista.

 

El dragón de ojos rasgados invoca a los zares antiguos,

su trono de perlas fulge entre las llamas,

los edificios muertos,

la carne esparcida por los jardines sin flor

como semen de maldad.

 

El dragón no escucha la voz de los niños,

se pasea por los palacios con la frente alta,

orgulloso como un misil certero,

necio como un pedestal que se iza

sobre el tallo de la inocencia.

 

El dragón rumia la locura en su senil memoria,

solo quiere un juguete nuevo

cuyo nombre es genocidio.