domingo, 31 de octubre de 2021

Semana

A veces los lunes mueren en un pétalo azul.

Los martes no existen, son alondras viajeras.

Un miércoles te amé, desnudo como un alfil.

Los jueves la lluvia no te reconoce, huye de ti

De los viernes no te hablo, el amor es mudo.

Me gustan los sábados, en ellos renace la luz.

Los domingos caen hojas porque sí y es una pena.

 

viernes, 29 de octubre de 2021

De lluvia y trenes

La lluvia cruje y tú no la oyes.

En qué raíl se perdió el tren

de la esperanza; y dónde yo

que soy el tren, la lluvia,

pero no la esperanza.

 

 

jueves, 28 de octubre de 2021

Mujer de luz

 Te busco en las curvas perdidas de la noche.
Con un haz enfoco los perfiles que te vieron,
con mi voz te llamo en el silencio. Atrévete
a salir del olvido para de nuevo ser tú, y no
la negrura que pareces. Que tu carne y tu
voz renazcan para que mis ojos, como niños,
no ignoren la vida que aún destella en la luz
de tu mirada. Ilumíname, si quieres.

miércoles, 27 de octubre de 2021

PÁJARO

Este pájaro irreal se columpia en un sueño.

Cree que Dios le ama, cree que Dios le estima.

Pájaro del sueño no despiertes en el corazón

del hambre, de la codicia, del crimen, del odio,

de la humillación. Sigue habitando el sueño donde

Dios te ama, sigue siendo tan irreal como yo mismo.

 

 

martes, 26 de octubre de 2021

Poseído

Una casa sin ventanas, ni puertas, es un muro.
Quien vive en sus cimientos no sale a la luz.
Qué ser sin ojos duerme a mi lado, se pega
a mi sombra, me ata para que no conozca
el día. Me acostumbro a ti, y me vuelvo
gusano, lombriz, en este agujero que somos.

lunes, 25 de octubre de 2021

De cómo el amor renace

En un abrazo de lentitud

dos almas regresan al corazón del tiempo.

 

Volamos sobre cenizas de cristal,

en un arco iris, en la nave de oro

de las ráfagas que agitan el aire,

nosotros arcángeles proscritos,

luna del revés entre las sombras.

 

Volvimos a los viajes como norias de vida,

al agua clara de las fuentes,

a la arena dócil de las playas del sur,

al rostro de las ciudades que son ríos cómplices

y caricias de mar.

 

Sobrescribir en los rótulos de hotel misivas felices,

habitaciones de luz ámbar,

duchas de lluvia tenue en las pieles

que se reconocen al asirse

como muérdago en la sed de la roca.

 

Y, tú, luna gris en la memoria,

lejos la penitencia del grito en su desorden arcano,

sentir el yugo amable de los pechos,

roídos por la noche de los relojes homicidas,

volver al músculo del éxtasis con el trino del ruiseñor en los párpados,

sentir otra nube roja en el aliento con caballitos de mar en las axilas.

 

Te abarco con mi proa azul y escucho en las cortinas del recuerdo

la fugaz ideología de las casas que nunca fueron nuestras,

el pálpito de la alondra al nacer de tu vientre la razón y el olvido,

los ojos oscuros que los años tejen como una cordillera de huesos amargos.

 

Tú ya sabes dónde un hogar es un fénix que mana,

en la cartografía de la luz dos sombras iluminan la edad,

son flores negras que se han vuelto púrpura,

rojas como lava de un volcán renacido.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

viernes, 22 de octubre de 2021

Como Dios

El alacrán perdió el reloj en la duna,

qué dinosaurio en mi voz se alza,

dormido soy el origen del tiempo,

en la vigilia no me llames.

Mi barba

Está poblada de recuerdos.

Cada hebra es un día mortal,
urdimbre donde reposa tu mejilla,
suave como papel de seda
en mi faz hostil.

Toca con tus manos la espesura
que esconde los horarios invisibles.

Siente el rigor entrecano de las huellas,
vacíate en la maraña como un ave perdida
en los círculos del azar.

No quiero pájaros que habiten su nido de castidad,
que sea un tesoro su raíz,
que nunca penetre la luz
en la escondida piel
que soy.

jueves, 21 de octubre de 2021

Visiones

Solo existo en la cueva de mi nombre.

Un ángel acampa en la hermosura,
blanco como un alfil,
etéreo como nube de tiza,
frágil en su esqueleto de amapola,
sin espinas, lejana luz.

Un día de lluvia en el espejo,
una raíz insomne que hereda la flor de la abundancia,
los eclipses que invocan alfombras tricolores
en el poniente de tu rostro.

Me acuerdo del carmesí en la lengua bífida
que, lentamente, exhibías bajo el arrebol de un panel cristalino.

Heredabas las calles,
solo tuyas,
en los bolsillos un racimo de acacias,
en tu frente el almíbar del sol cayendo
como una lava de miel
o un hilo de ámbar
hasta la hombría de los perros azules.

Escuché la voz de los dinosaurios en el estanque,
naumaquia de los trirremes incendiados,
ladridos sin eco, crisol de aventuras en un mar de antaño.

Y los dioses en cromos que dejan mariposas en la nieve de los días,
una curva insolente, un desliz de versos inútiles.

Hay tantas cosas que tienen alas,
en los colores del pájaro un sinfín de primaveras,
ya la lluvia es un crespón de agua en las cornisas,
un frio breve de tarde ártica
se posa en mis uñas,
de perfectos hemisferios
bajo la cruz de la intemperie.

En el viaje de vivir los secretos son balsa a la deriva,
hacia el ojo que engulle las horas sin reloj,
el fluido incapaz que se asoma al páramo con astros sin vigor,
velas cuyo pábilo tose naranjas de vida en mi corazón resquebrajado.

domingo, 17 de octubre de 2021

Crecerás

La infancia es una casa de luz,
un lugar de estrellas donde la imaginación se vuelve real.

Juegos de vivos colores en tu rostro,
el balón que rueda sin alma,
el misterio de las cosas
por una vez mágicas.

En la inocencia de tu voz palpitan los ángeles que ríen,
en tus ojos la ola innúmera del empujón y el golpe,
jauría de cuerpos que cumplen el rito de jugar al juego
de las pompas que estallan.

Y los sueños sin enigma, la fluidez del pájaro,
la fortaleza del tigre, el imán del héroe
que lleva tu nombre.

Crecerás cuando de los árboles caigan,
el higo maduro, la naranja enmohecida.

Entonces te darás cuenta de que la infancia es tan solo un arco iris efímero.

sábado, 16 de octubre de 2021

Enchufados

En todos mis pendrives te guardo.

No sé si tendré tiempo en la vida para,
otra vez,
seguirte.

Enchúfate a mi nombre con el usb de tu boca.

Recordar tus labios será como abrir en la pantalla del pasado 
las carpetas del deseo.

La aventura de ser

Te doy otra vida que no vivimos.

Eras ángel de madrugada a mi lado,
voz de mi voz, un sur en mi norte.

En otro lugar te rompías como una lluvia alegre sobre mis hombros,
dejabas aljibes de agua en mi carne,
perlas fugitivas que morían al sol
como enigmas de luna.

Te hablé de las atmósferas del humo,
sorbí de tu mismo vaso el licor impronunciable,
besé la nube escarlata que dormía en tu seno
como un amanecer quimérico.

Inventé un eclipse
sobre tu piel blanquecina
para que nadie viera el fulgor de tu tez.

Clandestinamente, desnudaste mi razón.

Descubrí en tus pasos un águila callada
que ancló sus uñas en la noche,
reconocí en un concierto de música tu sombra,
en el bar de mis soliloquios tu húmeda sed,
en la oquedad de la habitación tu vientre de fruta fresca.

El rubor de tus pechos inventó islas o paraísos,
deslices de luciérnaga en el arrabal de mi memoria.

Y, al fin, construimos un escenario feliz donde la primavera de un hijo
creció bajo la nebulosa de los segundos que pasan.

Carne y ardid en la aventura de ser.

jueves, 14 de octubre de 2021

La flor

Tengo una flor pequeña, tímida,

que se esconde en mi abismo.

 

No crece ni se marchita, solo existe.

 

Yo la cuido con tesón de madre,

la riego sin pausa,

le imploro que no muera.

 

Ella no me dice nada.

 

Tuve que ponerle un nombre

y la llamé Esperanza.

Trenes de olvido

Hay trenes de olvido que no llegan a ninguna estación,
son sueños sobre raíles que nadie ve,
flechas que caen sin hallar un cuerpo,
razones perdidas en la luz que pasa.

Hay trenes oscuros como venas de óxido,
crujen sus entrañas al deslizarse sobre los episodios de la vida.

Hay trenes que nunca han partido, por eso no son recuerdo,
se diluyen como paisajes de humo en la distancia.

Hay trenes que te llevan adonde ya no existes.

martes, 12 de octubre de 2021

Resumen

Mis heridas tienen distintos nombres.

 

Unas sangran luz,

otras aguijonean el corazón

con una voz, inútilmente, repetida.

 

Las hay que sobreviven en los espejos como una cicatriz de azogue.

Heridas tengo que invocan palabras en la memoria, salpicaduras

de amargor que estallan una y otra vez en mis soliloquios.

 

Voy a poner a mis heridas un nombre,

uno solo, un nombre cualquiera

entre todos sus nombres.

 

 

 

 

lunes, 11 de octubre de 2021

El párpado

 


Desperté dentro de mi párpado

y conocí tu noche.


Te soñé como un sol para ser luz contigo.

 

Pero eras luna.

 

Hoy mi hogar es el plenilunio de un párpado.


domingo, 10 de octubre de 2021

El adiós

Hay un telar invisible de metáforas perdidas.

 

Son las palabras barcos hundidos que habitan nubes de silencio.

 

Porque sentir es, ante todo, el tacto del ansia,

la magnitud del deseo, un fuego atroz en las vértebras

que arroja una luz incandescente.

 

Yo descubro en tus párpados mapas de olvido

donde ya no somos una canción viva.

 

Tatúa en mi espalda un adiós que me desconozca.

 

sábado, 9 de octubre de 2021

El espejo del bar

 

La luz es una nevada amarilla.
Tus vocales dibujan en el humo pájaros.
Este rumor de frases rotas cae como nieve
en tu nombre. En la cornucopia del bar
ya no existimos. Ni a mi memoria llega hoy
el eco de tus palabras.

Mojándonos

 


Los mensajes de la lluvia son secretos.

 

De tu cremallera abierta mana una rosa de agua,

leves suspiros de nube. Nada es gris si tu sonrisa lo niega,

con la constancia del rebaño

las gotas eligen un destino donde morir.

 

Recuerdo octubre en un tren de mediodía,

una ráfaga de lluvia golpea en el cristal,

ríos de marfil en mis párpados.

 

Caminar junto a ti sin los paraguas negros,

saltas los charcos como un colibrí alegre,

hay lágrimas en la luna de tu boca.

 

Mojados por el silencio de los bares,

faroles que gotean con alquimia de alambique,

sumideros que, lánguidamente, atrapan el desliz de los ángeles, 

la singladura de dos cuerpos en este mar de alcantarillas insomnes.

 

Somos peces que huyen hacia el sol de los veranos.