Tu ciudad es muy puta.
Ya no te quiere.
Lo sabes porque mudó de vestido
-las calles, los comercios, las plazas,
lucen ropa nueva-.
Solo siguen igual el mar, la torre,
las galerías,y el casco viejo, inmutable.
Esos sitios que son el refugio de la nostalgia.
Tu ciudad es muy puta.
Siempre buscando la compañía de los más jóvenes
como una avariciosa
alcahueta.
Y, al final dime,
qué es lo que harás tú
si has perdido tu juventud
y aún la amas.
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