jueves, 31 de agosto de 2023

La palabra en mí

 

Salvadora de los mundos que han muerto en los relojes.

 

Patria del tiempo, porque a ti vuelve el resplandor del pasado

con su sol de tinta negra sobre un lienzo virgen.

 

Fábula de múltiples ramas que deshojan en el aire de un poema

los equilibrios de un sentir único, una visión coloreada por el ardid

de enlazar las horas vividas con los sueños, el arte del susurro

con el grito de la denuncia, el corazón del poeta

con la verdad que lo subyuga.

 

La palabra es como una flor eternamente joven

en las manos de un niño que construye jardines de ilusión

con pétalos que hilan pensamiento y ser,

la materia con el discurso que recrea lo nunca ido,

la virtud con el sucio devenir de los días que sepultan aquella luz

que un día fue luz de infancia, la esperanza con la cicatriz de la herida

que cada cual reescribe, una y otra vez, sobre el mismo papel, aunque le pese.


miércoles, 30 de agosto de 2023

Siempre estás

 

Estás en los telediarios, aunque no digan tu nombre,

te vistes de luz, como un farol eterno iluminas mi voz

que te llama desde la penumbra, te oigo en el mar

porque tu corazón es de ola y en él hay una música

de trinos sin pájaro, de viento en los maizales que aún

no nacieron, de susurro que llega dulcemente igual

que llega al sur el eco de un norte hechizado. Estás

en el misterio de los días con tu nácar de concha aleve,

en el rubor de las niñas al reñirles su madre, en las horas

que no pasan si tus ojos se han vuelto opacos como

los muros que ocultan la luz de los espejos. Estás sin estar,

plenitud eres de vida, agua que mi raíz espera, enamorada de ti.

martes, 29 de agosto de 2023

Cine

Sin luz o con otra luz, la de los sueños.

 

Seré capitán pirata, hombre del oeste,

seductor ambiguo, malvado némesis, héroe caído,

piloto de nave estelar, voz y cuerpo de musical,

teniente de una patrulla gloriosa, bufón de corte,

gánster del hampa, cómico en una comedia triste.

 

Durante noventa minutos-o más-viviré mil vidas,

cualquier otra vida, menos la mía.

 


lunes, 28 de agosto de 2023

El beso de la luz

 

No vela mis ojos la lluvia de la noche,

el misterio del sueño no yace junto a mí

porque la vida real tiene tentáculos de amargor

que izan mis párpados como grúas sin paz ni olvido.

 

Arde el corazón con pulso de amapola vencida,

vierte la luz de un farol su río dorado de cabellos festivos

sobre la ventana dormida igual que una lengua amante.

 

Hay un dolor de cruz alzada en mis brazos desnudos

y un respirar de sombras en los labios anuncia

el paso invisible de los relojes.

 

El día que vendrá es tu rostro que ya no me ilumina.

 

Tal vez la noche vele al fin mis ojos con su canción húmeda

y el sueño llegue, y se abra en mí

como una rosa se abre

al beso de la luz.

 

domingo, 27 de agosto de 2023

El iluso

Los creías blancos igual que la nieve perfecta de las cumbres (los deseos).

 

Pensabas que un jardín vivía en el corazón de los relojes,

que un arco iris en la piel risueña del futuro.

 

Que los cisnes cruzaban tu sombra con sus plumas brillantes

como de novia después de un sí quiero.

 

Que a la sed de los días le regalarías el agua de tu presencia.

 

Que la felicidad llevaba tu nombre escrito en sus bíceps desnudos

como un tatuaje inmortal.

 

Que en el amor no hallarías derrota

ni se cruzaría contigo el fantasma de la pobreza.

 

Pero no te aflijas, es tan solo que fuiste engañado por la vida.

 

Como todos.

 

  

sábado, 26 de agosto de 2023

Una gota de lluvia en mi ventana

 

Como no queriendo manar del seno de las nubes,

vientre de nimbos o de cúmulos donde se forma

la molécula viva que llegará al cristal, luz que aparta de sí

la memoria de ser luz, oscurecida y frágil como una tímida flor,

sed de trigales, de aljibes vacíos, de frutos sin el agua

feraz de la lluvia, en mi ventana la redonda cúpula diluida,

la piel del cuarzo abre sus labios de lámina clara y recibe

un río breve, como una guedeja que morirá derramada,

igual que un suspiro húmedo, igual que una gota

de rocío sobre el cauce de un pedículo, lentamente,

deslizándose, hacia un sur omnívoro que espera

una lágrima incolora bajo la faz sin sol de la mañana.

 


viernes, 25 de agosto de 2023

Nace el día

Hilos de luz que caen al patio de mi casa como agua de gárgolas.


La mañana florece en los tejados, pudorosa como un ciervo
junto al río que recorre el invariable confín de los calendarios.

Las seis en el reloj de pared con la sombra fugaz de tu rostro
en su esfera de plenilunio.

La luz como un magma, cubre la lisa textura de las sábanas
que se extiende, infinito reptil, sobre tu piel anochecida.

Sol de ventana traslúcida en tus párpados que parecen cortinas de paz,
lienzos dormidos que velan unos ojos con raíces de abril,
con flores de ámbar, con lunas sin lobos que aúllen mirando al color de tu sexo,
con islas en un estanque 
sin límite ni alba.

Así llega la luz como un cuco que nos roba el misterio de la noche.

jueves, 24 de agosto de 2023

Aquella habitación alquilada en una pensión sin nombre

 

Mi espacio sin guirnaldas,

blanco como dicen que es el azar,

mansedumbre del céfiro entre sus paredes de olvido.

 

Mi espacio sin ceniza ni ácido negro,

luz en la palabra que se mezcla con otras voces

en la ridícula faz de los metros cuadrados.

 

Un territorio que no necesita mapas

sobre su piel abierta a las pisadas fugitivas,

hexágonos de un panal de color nieve.

 

Seis almas mudas, seis pájaros que no vuelan,

seis idiomas sin una voz que los desnude

ante los labios cosidos del silencio.

 

Mi espacio de mobiliario estéril, de cortinas sin amor,

de quejidos agrestes como el canto de las gaviotas.

 

Mi espacio donde siempre es invierno,

donde el mar es un eco del mar,

donde la jungla habita en mis ojos sin párpados,

donde ya ni sobreviven las arañas del tiempo

y los minutos son de cuarzo rosa.

 

Ese espacio que ya solo está en mi memoria.

 

 

 

miércoles, 23 de agosto de 2023

Habitación 21 en el hotel España

 

Mi imagen camina por los círculos del silencio.

 

La moqueta que un día fue malva, las molduras jónicas,

el mármol como la cáscara de un huevo veteado,

la alfombra que cubre los peldaños de una escalera artesonada,

sin ventanales, sin huellas del presente,

lento tejido de arañas en los zócalos,

inmemorial labor de urdimbre

en retículas traslúcidas

que ningún aire agita.

 

Mis pasos sonoros de botas sin identidad

me llevan,

me arrastran

como dos barcos ciegos, como deriva en la cascada de un río oscuro.

 

Piso el azul de la noche, abro el rostro de los armarios vacíos,

los cajones forrados con un periódico secular,

la mesa, la silla, la alcoba de castaño, el espejo y su cornucopia,

saludo al fantasma que pasea un nimbo sin aura

y me duermo

poco

a

poco

mientras escucho el tictac de un reloj parado.

martes, 22 de agosto de 2023

El lavabo de la discoteca

 

Como náufrago en el río de la noche,

hasta el cubículo, la isla mortecina de seis metros cuadrados

donde se expulsa al corazón de la virtud.

 

Este olor a efluvios verdes o tal vez rojos que no puedo identificar,

las axilas acres, la orina y el ácido aroma que deja el vómito

en el suelo que un día fue blanco como una sábana virgen.

 

El espejo que es un óvalo carcomido de pvc barato,

allí mi rostro se hunde en la nube del hálito, sin nitidez,

sin la pureza de una cara lavada, mi piel con semen de luna,

mis ojos que el alcohol incendió, brotes de insomnio en el iris,

en las paredes, pintadas sucias, sin alma: te voy a follar, puta...

me cago en dios…el dibujo de tres pollas, de diferentes tamaños,

como si hubiera un sueño de dimensiones improbables en los intersticios del ansia.

 

La bombilla sin tulipa, desnuda como un sol atroz,

en el lavabo el agua es ocre, terrosa, vil.

 

Y esta puerta desportillada, y la máquina de los durex,

y esa música que rasga los espacios, los pasillos,

la carne, la memoria, el día y la noche.

 

Y tú que me pides diez euros para una última copa

o un último chute.

 

Qué sola estás- jodida- contigo y sin ti.

 

Y es que el amanecer queda demasiado lejos, cariño.

 


lunes, 21 de agosto de 2023

Quiero

 

Quiero bordar el eco de la palabra con el canesú y el organdí del aire.

Quiero que el puñal del significado no hiera la fina textura de tu alma,
quiero que sea tierno el más áspero de los epítetos,
dar claridad a la frase más oscura, que mis manos
acompañen a mi voz como un vestido que abrigara tu noche.

Quiero ser el eje donde gire el tiovivo de tu rabia
hasta que los espejos te devuelvan una sola imagen de paz y alegría.

Quiero el don del azúcar que endulza los huracanes de la vida
con verbos de amor y calma, quiero ser el polen que se posa en tu derrota
para que de ella brote la flor de mil victorias.

Quiero ser el cabo que te salve, la luciérnaga que ilumine
el futuro con las palabras sabias de quien ha perdido,
pero aprendió de su pérdida.

Quiero para ti una onda tranquila donde navegue tu mañana
con el sosiego del ánade, con la blancura del lirio,
con el escudo de mi nombre que te nombra.

domingo, 20 de agosto de 2023

Arden las ascuas

 

Nunca será sombra el pasado.

 

Arden las ascuas del tiempo ido

y son tardes de patio de colegio,

versos ocultos en mi cuaderno azul,

la ciudad de piedra y lluvia como una mujer enamorada,

los libros entreabiertos bajo una luz amarilla de flexo barato.

 

La aventura del amor en hoteles de extrarradio, 

el hijo que heredará el sello de nuestros apellidos,

la nube de la palabra rociando el desdén de mis alumnos,

el cansancio gris de nadar en un río inagotable,

la ilusión y la derrota como flores de una misma planta.

 

Las ascuas arden sin el oxígeno de la realidad.

 

Toda la luz se agolpa bajo los párpados de la memoria,

el presente lo sabe, y a menudo, calla.

sábado, 19 de agosto de 2023

Mis manos

 


Me recordáis a las rías de mi patria: ocho hendiduras
abiertas al aire. Esbeltos los dedos; el índice, altivo,
el anular, amante del oro o de la plata, el corazón,
iracundo y sensual, el meñique, triste porque no
crece más, el pulgar, recio, prensil, atávico.
Tenéis un mar que surcan estelas de vida, ríos
reticulares que se entrecruzan como caminos
de carne arrugada donde se dibuja el transito
de la edad, y nudillos que se alzan bajo el hueso
carpo igual que espolones contra la desgracia y el odio.
Vuestras uñas, a veces coquetas-pintadas-, otras
silo de la tierra, sucia memoria del duro trabajo,
encallecida la palma, o de bambú ligero en la finísima piel
del elegido por la abundancia, son rostros transparentes
mordidos por una luna blanquecina. Vosotras dos amenazáis
o acariciáis al semejante como instrumentos de mi voluntad,
en muchos sois música, artesanía, siembra, cirugía u oficio
noble, así os veo yo mis amadas niñas que habéis envejecido
como los árboles envejecen entre los sueños de la umbría, solas.


viernes, 18 de agosto de 2023

Viajando por la Costa da morte

 

Nos guía el faro, pero no desde la esquina del mar,
nos guía desde el gris de la carretera
en un viaje de bosque y azul cielo.

Y en el roquedal, tan próximo, es un tocado de mujer la cascada,
volcándose el agua en la piel negra de la laguna.

Llueven sonrisas entre atuendos multicolores,
hay un ansia de fotografías en la luz
y playas convertidas en ausencia
con su arena de maná blanquísimo
y sus olas lentas como de espuma breve y fugaz.

Al faro lo abraza la corola inmaterial de la bruma,
peregrina el sol hacia el sur donde la claridad es de oro
y los bañistas fulgen como peces de plata.

Y en el humo de los cafés vuelan las palabras
sin un ápice de raíz en su casi invisible ascenso.

En la colina ocre, el hotel, verde como una hoja de metal, descansa.

Es hermoso el alfil de la bahía,
a la granítica cabellera de la costa la mece el aire,
puliendo sus orillas, como si un peine alisara
con la reja de su vientre la curva de sus perfiles.

El verano da color a los minutos,
y ya no hay sol en mi memoria,
solo espejos que se multiplican
y una patina sutil donde se superponen
una y otra vez, las imágenes
como si soñaran no haber existido.

jueves, 17 de agosto de 2023

Los sueños

 

Son la doblez paralela del ser, el prisma múltiple
donde las imágenes no tienen orden, la sinfonía
de los cristales que rotan, los barcos a la deriva
sin timón ni ancla sobre un mar inexistente, la cautividad
del sexo en las orillas que la moral no inunda, el húmedo
cáliz que contuvo el líquido que impregna los silencios de la noche,
lo imposible tan cercano al cuerpo, a la vida y los sentidos;
las historias que reviven entre sábanas sudadas como el color
revive en los espejos, los mensajes de mi mismo que no sé
interpretar porque los párpados desconocen la caligrafía oculta
de los índices, las horas que se diluyen en la retina de mi mente,
así son los sueños que me atrapan a traición y sin permiso.