martes, 11 de junio de 2024

El cirujano de la nostalgia

Disipo las nubes de la memoria para que el sol de la claridad

ice su corona de pámpanos y flores entrelazadas de luz.


Con mi bisturí de sueños desbrozo la selva de las heridas antiguas,

las del desamor y las de los satélites ilusos que navegaron por mis ojos

de mar esquivo donde ya no crecían las raíces de la ilusión soñada,

solo las mariposas que iban al encuentro de los arco iris nocturnos

con las pústulas del desencanto en las alas.


Hallé las caricias de la verdad entre símbolos azules de yeguas al trote

por los jardines de un castillo sin banderas blancas en sus lindes.


Conocí la serenidad de la lluvia transitando mis arterias

como un espejo colosal de lágrimas dulces

que mojaran el páncreas de mi juventud

lo mismo que un hisopo moja el perfil de los ángeles risueños.


En mi corazón dibujé las estrías del silencio con sus vértebras

besadas por la luna de los páramos en flor.


Y es al coser el mapamundi de mi piel bajo la luz de los nombres sin rostro

cuando siento el filo de la nostalgia transitar mis orillas.


Y, al fin, me curo al recordar en mi vientre las amapolas que un abril me regalaste

mientras mis dedos, al tocarlas, no intuían la sed oculta bajo el carmín de sus pétalos.

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