domingo, 23 de junio de 2024

Fotografía

Tu rostro adquiere el color desvaído de las banderas ajadas

al inclinar el mástil de tu cuerpo igual que un galeón azotado

por los aires impredecibles del azar, y es como si la derrota

futura que vendrá con la vejez iniciara un canto de pleitesía

ante el curso inclemente de los relojes; pero hoy estás ahí

sobre un puente borroso, a las puertas de una ciudad medieval

y hay en tu timidez un cariño triste de despedida no anunciada,

un secreto oculto en el mapa de tu corazón que desvelas

sin alegría con un rictus de ternura en los labios. Te veo

bajo la luz, quizá del atardecer, a tu alrededor los idiomas

revolotean como flechas sin destino; es posible que la lluvia

te espere al llegar a tu casa porque en tus ojos hay nubes

que dormirán contigo para derramarse en la tierra del sueño

igual que se derrama la vida en las fotografías de la infancia

cuando del futuro queda, tan solo, un presente ya fenecido.

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