Solo un hombre

 

No visible, no carnal, no materia.

Quizá la voz que llega de lo hondo como una pregunta interminable,
quizá el aviso triste que precede al dolor, o la alegría que fluye
como un río de paz, quizá no sea más que un sentimiento
o una sombra o un candil que resplandece bajo el agua de la vida.

No sé si tiene alas que solo usa cuando ya ni la piel ni los huesos existen,
no sé si vuela perdida entre nubes como una amazona errante.

No sé si es lo mejor o lo peor de este mundo, o simplemente es nada.
Si es la que permite que la belleza entre en mí con un arrobo extraño.
Si es la armonía o la ira, el bien o el mal.
Si es adulta o es una niña que no crece.

Si se viste con un halo de esperanza, de tristeza o de duelo.

¡Ay! alma olvídame, yo solo soy un hombre
con su carne, sus demonios y su sed.

Un corazón, en penumbra, que ignora.