miércoles, 8 de mayo de 2024

Tus dieciocho años

Tu verdad bruna se esconde entre las sombras de un pasado feliz.


Igual que en el tallo de la flor crecen las espinas del tiempo

de tu cintura nació la punzante sed de no herirte con las rosas

cómplices que se ocultan bajo los sotanos del alma.


Aún te imagino en el columpio de las risas

con el azul de tus ojos como bandera de los sueños

y en las manos un pájaro a punto de volar

entre las nubes del mañana.


Entonces la vida tenía blancos patios al sol

florecidos de eternidad igual que jardines sin invierno;

entonces las palomas aún llevaban en sus plumas

misivas que no anunciaban olvido;

entonces la luz era de plata como un resplandor gris

en el atril incólume de tu vientre.


Entonces te nombré con todas las sílabas prendidas a tu piel

que, otra vez, como antaño, volvió a ser un lenguaje 

solamente nuestro.


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