domingo, 12 de mayo de 2024

Metáfora del buen existir o el barco en la tormenta

 


Arriba crecen las lágrimas de la tormenta

y en el fragor retumban los tambores del ocaso.

Es volátil el surco que deja mi nave entre las olas de espuma

colmadas de furia con nubes de aire borrascoso

que arrojan su llanto de fiera herida sobre las cuadernas y los mástiles,

sobre el velamen henchido que recibe la inclemencia

de un viento huracanado con la fe de resistir al flujo

de unos azares invisibles que, como una efímera desgracia, 
pasarán 

al devenir la claridad del cielo entre el sol y el azul de un pacífico amanecer.



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