sábado, 25 de mayo de 2024

La transmutación del color

 

De perla veteado el plumaje de un colibrí entre las hojas

de los pinos, hay un desliz del azul en el oro del pálido sol,

de púrpura la inmanencia de un río, tal vez corazón, flujo

en la herida que baja por las cordilleras verdes de la luz;

y la cicatriz oscura, casi historia del arco iris porque nació

de un rayo voraz que llevaba en su piel un racimo de flores

estelares, cohetes en el cielo que se desvanecen en rosas,

amarillos, rojos, azules meteoros de cabellera como cintas

de relámpago, como hilatura de manantial, como el efluvio

multicolor que las lágrimas de un dios arrojan a la nada;

y el sueño blanco de los cisnes, y la jungla de un fiel ocre

entre los rubís de la madrugada, y la patria infantil

del iceberg traslúcido, y el aire que no tiene amapolas

en el oxígeno invisible de los átomos, y la refracción

y la metamorfosis de tus vestidos de plata y luna

en un crisol devorado por la luz, en una rosa artificial

donde jugáis el tiempo y tú a derramar el color como

un perfume se derrama en la inmóvil textura del silencio.

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