viernes, 25 de julio de 2025

El cigarrillo

 


Lo miro inmolarse, sucumbir a la brasa

sin que me atreva a tocarlo. La ceniza

forma una escultura redonda y frágil,

con el humo que ejecuta un baile gris.

El cigarrillo se consume intacto desde

su pedestal de acero. Al contrario

de cuando en tus labios absorbías

su alma con la fuerza indómita

de la juventud. Entonces apurabas

la vida como si con cada cigarro

te fumaras el corazón del mundo.

Ahora solo quieres que el cilindro se agote,

y lo contemplas nostálgico extinguirse

como una extraña flor de otro tiempo.


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