martes, 8 de julio de 2025

El bar de Manolo

El dueño lleva cuarenta años detrás de la barra,

su mujer, Carmen, lo mismo, pero en la cocina.


No es un sitio elegante, ni es caro,

ni tiene un nombre que llame la atención.


Todas las mañanas desayuno un café con leche

y una tostada.


Por las noches un vino antes de la cena.


Charlo de cualquier cosa con Manolo

-de política, de deportes, de lo que se tercie-,

y con algún que otro cliente habitual,

tan solitario como yo.


Siempre me despido de Carmen con un “Hasta mañana”

y ella me contesta con un “Buenas noches, que descanses”.


Y luego dicen de mí que no tengo familia.

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