viernes, 22 de marzo de 2024

Tú eres mi primavera

 

Hubo vasos de cristal con la miel de un añoso ron en su vientre,

insólitos tapices con el multicolor reflejo de una primavera

sin la negrura hostil de las sombras invernales.


Plazas sin pájaros donde la luz es un silencio

iluminado por las risas de los niños,

cines de barrio que ofrecen sesión nocturna

para que el deseo crezca en las bocas amantes

como un rosal rojo bajo el carmín de la lujuria.


Y tú siempre en abril, con las flores y el azahar

de los naranjos en los recónditos senos;

y el perfume de la orquídea en la voz

como si el aroma fuera una palabra de aliento fugaz

perdida en los labios conjuntos del ardor.


Y yo, árbol de tus noches, neblina que cubre el panteón de tu cuerpo

con su lámina de agua, me aproximo a ti desde el alfil

de mayo para que no olvides que el discurrir de mi río

lo guía el manantial de tu ausencia.

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