sábado, 2 de marzo de 2024

Mi otro yo


Mi otro yo desconoce el sur que habita en los espejos,
ignora a la duna del cansancio elevándose como un alfil terrible 
que trazara en mi piel el surco transversal de los episodios
sin luz entre la noche y el día.

Mi otro yo sabe que las horas fugitivas no han nacido ayer,
su crisol es un jardín poblado por los sueños de la infancia
que aún mecen los relojes del mañana con la exactitud
etérea de los minutos que no miran atrás por perseguir
la dudosa premura del tiempo.

Mi otro yo fue valiente y se hundió en el mar de la esperanza,
nadando hacia la isla que no existía aulló sobre las olas de crestas
azules como un viejo marino sin memoria ni paz.

Mi otro yo me habla con la voz del pensamiento 
que, también es la mía, algunas veces.

No hay comentarios:

Publicar un comentario