Subyuga la pálida tez del blancor.
Mírame como a una sombra
no como al cuerpo
que compartió contigo
la luz de todos los veranos.
Aquí no hay luna, ni sol en la ventana.
Te vi en el cristal, tu reflejo era de lluvia.
Amanece en mi boca que ya no es el abrigo de tu boca .
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