Otra vez aquí, ajeno al tiempo, soldado a la sombra que dejé.
El silencio es un aire que tizna los labios con preguntas sin voz.
Cada cual vive su perfil, en la pantalla de los móviles un mundo
de colores seduce las pupilas ciegas, libros que son pensamiento
de otros capturan la realidad con palabras insólitas, los personajes
ambiguos tienen la forma de un latido, los lugares en el papel
imaginan tacto y solidez. Yo pienso en el futuro al ver los rótulos
de las estaciones, la música arrítmica de las vías es un tamtam
africano que no sé dilucidar, levemente diez ojos de paz estéril
se posan en mis ojos sin que exista una razón o una necesidad.
Se abren y se cierran las puertas, es otra la gente y no hay niños.
Línea uno hasta el final de qué, hasta el principio de dónde.
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