lunes, 11 de septiembre de 2023

Tu calor

 

Cómo sufre la luz por no tenerte.

 

Aquí, amor, no hay espejos que mientan

con la frágil calidez de los niños sin mañana.

 

Aquí el invierno crece como un árbol dentro de mí

y ni el abrazo nos abriga, ni el silencio cobija

bajo su callada magnitud nuestra piel

que un rocío pálido, encubre.

 

Y son las sombras una flor de hielo en la pared de la calle,

y son los faroles lluvia de nieve amarilla

que solo moja a los perros nocturnos.

 

Nadie pasea su noche de carámbano

por los cristales rotos de las tiendas de extrarradio,

nadie va a sentir un sol humilde en sus ventanas

lamerle el corazón al frío.

 

Todavía de la unión de nuestros cuerpos

brota una llama de calor, más allá de la pobreza,

más allá de la realidad, con sus ojos de eclipse en la luna

de tu eterno verano, tan próxima tú, mi tizón

que no sucumbe al salvaje vendaval de la ventisca.


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