domingo, 3 de septiembre de 2023

La fragilidad

 

Te hieren las sombras más que el sol, tu mirada

huye de ti como una luz que ya no ansía descubrirte

en los espejos, rompes lo escrito en páginas que nunca

estuvieron en blanco, nada es suficiente si la verdad,

como un árbol sin raíz, tiembla ante la brisa de un mar

sin olas. El temor te viste en las noches desveladas

cuando la infancia no ha crecido y de adulto solo tienes

la memoria. Tu corazón de cristal palpita como un tambor

desesperado, aunque afuera los relojes, con su lentitud,

desmientan el pulso mentiroso de tu tiempo, tan infeliz.

Pero hay quien te ama porque eres así, como una gota

de rocío en el borde de un alféizar, deslizándose hacia

un vuelo sin retorno mientras el sol bruñe su trémula piel.

 

 

 

 

 

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