Mis ojos no
son azules, mi piel no es blanca.
No sé por
qué se ríen de mí cuando hablo,
ni por qué me
miran con desprecio.
No debería estar en este curso
pero me empeñé en seguir estudiando
-gracias
abuelo por apoyarme-.
Desde los
diez años tengo novio,
me casaré
con él a los quince,
la familia ignora
que mis planes son otros.
Los payos
no son malos,
solo es que
nos desconocen,
como
nosotros a ellos.
Tengo una
amiga que se llama Eva,
es la única
que juega conmigo,
es la única
que me habla.
A veces la
profesora me grita y me dice estúpida
-aunque
saque buenas notas-
o bien
murmura:
esta niña
estaría mejor con los suyos.
Como todos
los días tendré que caminar cinco kilómetros,
el poblado
está lejos, tan lejos como este mundo
que aún no
me acoge.
Llegará un
día en que yo consiga lo que está vedado para mi pueblo,
seré
maestra y enseñaré a los niños a respetar a las personas,
sean
quienes sean, vengan de donde vengan.
Quiero poner
mi granito de arena para que la humanidad sea mejor,
quiero ser
un ejemplo para mi etnia, quiero ser feliz y libre
como un
pájaro que atraviesa, valiente,
la más
profunda de las tormentas.
Feliz y libre, una meta elevada y bella.
ResponderEliminarBesos.
Felicidad y libertad son buenas metas, sin duda. Gracias por tu visita y palabras. Besos.
ResponderEliminar