Desde el mismo corazón del espejo, la ternura.
Porque sigues siendo el niño que nunca llegó
a ser padre, porque añoras de ti lo que jamás
regresa, la inocencia. Porque quisieras que el
espejo guardara el candor perdido, la sombra
de una madre que aún besa el alfil de tus sueños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario