Has conseguido forrar de títulos la pared.
Son como ventanas a un túnel sin salida.
Tres años buscando y solo te salen trabajos de ETT.
Empleos de cinco, diez o quince días. Cajero,
repartidor de Telepizza, guardia jurado.
A tus padres les das pena, porque ellos
al terminar sus estudios enseguida encontraron trabajo.
Pero tú, no, los masters, los cursos, la academia de inglés…
Crees que la vida no te merece, que tendrás
que emigrar como los abuelos, que te da miedo
alejarte de lo que tanto amas. El político exhibe
estadísticas de empleo igual que un dios absurdo
e irreal. Aunque solo tienes veintiocho años
te preocupa no cotizar, cómo será tu jubilación,
cuándo podrás irte de casa. Afuera el día está claro,
parece que la primavera es feliz.
Una realidad que no se puede ocultar y refleja lo que es la extrañas del país.
ResponderEliminarBesos.
La de los jóvenes en este caso. Gracias por tu visita y palabras. Besos.
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