miércoles, 19 de agosto de 2020

Me doy a ti

Siete calles en la parte vieja de la ciudad,
los comercios albos, la iglesia invicta.
Nos muerde el perro de la lujuria y tú le entregas los labios,
la cintura, los pechos y un noviembre cálido
a mi boca. Estás y no estás aquí, la luz amarilla solo es un nido vacío,
los carteles de los cines hablan despacio, el humo no oculta el sueño.
Me gusta sentir el arrojo de tu mano tras la carne erecta.
Ya no es verde tu quietud, una miríada de amor te corona.
Yo me doy a ti como la luz se da a la vida.



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