sábado, 29 de agosto de 2020

En la ciudad vieja



Un puño de piedra, arracimados los sillares,
cuando subo contigo las losas y canta el yelmo
o la tonsura, cuando picos de pájaro imberbe
golpean la espadaña y el atrio es un silencio de hojas caídas.
Y llora el novicio, y se perfuma la bodeguera, y el azabache
y la platería son cómplices, cuando en las hornacinas llueve
y el ángel blasfema, y tú eres libre, libre de volar
o de arrastrarte, libre en tu risa y en la palabra,
joven en tu magnitud de miserere, mientras
gritamos, ebrios de alcohol, aquella canción
de Tom Waits “All the world is green”.

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