Si le añado un seis más
formo el número del anticristo.
Lo cual me hace reflexionar
en qué tipo de hombre soy.
Creo que como la mayoría
ni blanco ni negro
-dicho metafóricamente
en referencia a la bondad
o maldad
del individuo-,
o sea una persona gris.
Alguien vulgar,
en definitiva
un hombre común
con más defectos
que virtudes.
Y gracias a mi apariencia gris
es que me confundo
con esta niebla
que poco a poco
me abraza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario