Has perdido a tus amigos, es
natural, la vida
se derrama en un delta sin
regreso. Nadie sabe
dónde desembocará su agua de
abril, sí nadarán
con él los peces primeros, si
acaso una sirena nueva
atraerá su sexo, si en el
transcurso del azar los pétalos
del tiempo se hundirán, y ya no habrá un rostro conocido
al que volver, ni una voz a la que seguir, ni mil secretos
que, por fin, se alejarán como los pájaros que migran
en busca de otro manantial
donde ya no beban los amigos.
Precioso poema, Ramón.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Samuel, por tu visita. Un abrazo.
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