viernes, 12 de marzo de 2021

Volver a la crisálida, para ser yo

 Nací en un reflejo de sombra. Me vi en la luz
que proyecta el común ejercicio de la palabra.

Así supe que era tímido como un gorrión,
conocí la luna dibujada en un libro,
comprendí al instante
que un candil solo ilumina la verdad
cuando se repite, latido o gong,
sinergia del columpio que danza y se eleva
para caer como un copo de nieve.

Pensé en la fe de los cómicos
y en la alegría del músico,
deduje que no hay silencio en el amor
que finge ser un eco,
una ágil paloma que susurra un mandato.

Reí con labios múltiples, apoyé el río oscuro de la duda,
camuflé mi voz secreta con trinos y alharacas;
pero también fui la doblez que se mira en los espejos con ojos extraños,
la crisálida que añora su imagen primigenia,
el fugaz resol del porvenir
en un día sin nubes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario