El hotel nos llama con su palmera vieja.
Aún llevas el biquini azul bajo el vestido pret a porter.
Me encanta cuando el sol te encinta
y la habitación clarea.
Desnúdate sin pudor,
recorre el clímax indiferente
de los espacios usados.
Asómate a ese mar que escondes dentro
y dime dónde nadan las sirenas
que te han dejado partir,
sin un canto, envidiosas
de ser tú y tu cuerpo.
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