No es una carta de amor en un sobre
níveo.
El papel plegado en dos como alas mudas,
en su interior las promesas del humo
y el griterío de los adláteres.
El eco de la voz de un líder y su sombra
que hoy no lleva corbata.
Una retahíla de nombres como un ábaco
vacío.
Y un logotipo y unas siglas que prometen la
utopía de un futuro ideal.
No es una carta de amor, aunque debiera
serlo,
el sobre no es níveo sino del color
de los mensajes que agonizan.
Adentro llora la esperanza.
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