La vida va creciendo en mi pecho como un gran árbol en flor.
Hay ramas de carne donde se posan los labios del cariño,
hay un tronco que sostiene el alma, que duda y es frágil
como la sombra de un niño, hay un lenguaje de pájaros
con el que hablo a los demás porque es una dulce expresión
de armonía, hay agua en mi interior de la que beben los míos
pero que es un manantial abierto al mundo, hay sol y hay lluvia,
nieve y color, hay misterio en una semilla caída que fertiliza
la tierra, en un fruto redondo que se abre altivo a la luz,
hay un orden viejo de hormigas en fila que recorren mi piel
como soldados del porvenir, hay un río por el que navega
la bondad sobre aguas claras, hay una sed de no convertirme en olvido.
La vida va creciendo en mi pecho como un gran árbol en flor.
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