Hay días en
que uno se despierta y es solo recuerdo.
Sobre el
cristal de la ventana mil caras aparecen,
pero
ninguna me mira. Los lugares también son otros,
no se
reconocen en los de hoy. La palabra ida se escucha
de nuevo, tu voz regresa como un lamido a mi paz,
la lluvia
aún moja la ilusión de la juventud, existe
una
esperanza sin mancha en los ojos, el mundo
es un
espejo que nos devuelve la fe. Sin embargo,
lo real es
el silencio, afuera asoma un domingo
de agosto
canicular, el temor al mañana diluye
la esperanza y estás solo, terriblemente solo, junto a ti.
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