En casa
El
despertador no es necesario,
te abrazas
a mí, son las siete.
En los
estores un resto de luna,
en mis ojos
el silencio.
Al salir
Mañana la calle
será llovizna,
un cristal
roto, un portal cerrado,
el súper no
abre hasta las diez.
Al volver
Te recuerdo
en un abril sin color,
tu desnudez
era limpia como un río,
tu desnudez
lavó mi noche.
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