Tu sombra habla y no miente.
Susurra: quiero ser carne, voz,
palabra. Tu sombra existe en la pared,
en la acera, en los muros de cal.
Tu sombra no duda en perseguirte,
en fingir tus pasos, en oscurecer el sol
que filtra tu esqueleto, en morir por ti
si es necesario. Tu sombra es una isla,
un istmo, un país donde nunca viviste.
Entonces, qué tiene que ver contigo
tu sombra. Dímelo tú, sombra mía.
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