"Hay quien conoció a su primer amor pidiéndole fuego"
Mapa de un tesoro perdido, hebras dormidas
en colmenas de leño, papel de hojas sin voz.
Te acuestas, oculto el anular, con mimo de ninfa
y besas el altivo índice con tu aliento efímero.
Al poblar mis labios, el humo desdeñoso,
soplido de éxtasis, te niega. Ceniza o nieve,
rojo o negritud, carcoma de mis dedos, siembra
pérfida en los alveolos núbiles. De ti me gusta
tu esbeltez, la boina del filtro, la cajetilla donde
duerme tu halo. Ven, déjate atrapar, finge
una seducción de efluvios impares. Sé
mi cómplice antes de que el amor suceda.
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