domingo, 25 de febrero de 2024

Perdido en el espacio exterior

 

Qué negritud, qué vacío, qué nada.

 

El silencio inconmensurable es mi compañía,

floto en la densidad eterna dentro de mi traje espacial

que es ahora mi único refugio.

 

Pienso en los crepúsculos y los amaneceres que compartimos

cuando las habitaciones de hotel eran un jardín de amor

a donde no llegaba la lluvia.

 

Pienso en tu canción, suave igual

que un susurro armónico de música

en mis oídos náufragos.

 

Aquí no vi sol ni luna, el espacio no tiene fin,

está vivo como un dios inmortal, cuásares, vientos

cósmicos, constelaciones, estrellas azules y blancas,

satélites en mis ojos de nebulosa perdida.

 

Y también tú que nadas en la noche como un cometa fugaz,

como un asteroide humano entre las sombras.

 

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