lunes, 5 de febrero de 2024

Como un pájaro

 

Tus lágrimas se pierden en el agua del tiempo.

 

Había en tu tez una nube de oriente anclada a los ojos como una comisura extensa.

 

Te vi águila de felicidad, desafiante y retadora desde tu abril guerrero.

 

Aprendiste el vocabulario de las hadas que ejercías con tu voz de pájaro sin trino.

 

Pero brotó de ti el silencio de las habitaciones en sombra,

la cicatriz de los sueños suicidas tras la ceniza de tus noches,

el túnel por el que pasan los trenes sin destino.

 

Y no hubo piedad de luna ni resplandor de ángeles en la urdimbre de tus días.

 

Hoy quiero recordarte, aunque no vea ya tu frágil andar de garza entre los juncos.

 

Has volado de aquí quién sabe adónde.

 

 


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