Asómate al rumor que produce el río de
las venas.
Siente el pulso de la memoria en tus
neuronas cansadas.
Desnuda el pensamiento de himnos que no
volverán.
Deja que el aire anide en los alvéolos de
tu ser
como un rocío temprano. Habla desde tu
mudez
sin que se escuche nada más que tu silencio.
Dale vida a esa luz que te ilusiona por
dentro
como un sol furtivo. Mírate en el vidrio
de tu ventana oculta sin que ningún otro
cuerpo se refleje en su perfil. Vive de
tal
manera que no te siga ni tu sombra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario