Arde la
ceniza y vuelve el tiempo, sin ángel, de las mariposas.
Yo soy duna
en un cielo de cristal,
soy el
grano que esparce el pájaro de la quietud,
soy el eco
de una raíz negra que da una flor blanca.
Arde la
ceniza,
vuelan las
mariposas,
el ángel
soy yo
y tú la
noche.
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