martes, 5 de julio de 2022

Las cuatro letras de la palabra amor

 

Me convoca y nunca huye,
se sabe novio de la luz,
espejo de vida.

Si llega es un estrépito,
si no llega es un lamento.

Sus cuatro letras en la magia de la noche
repican como un badajo de fiebre azul,
me seduce con imágenes nimbadas,
su halo vive en mí igual que un espectro,
susurra palabras con un solo nombre,
su voz llena el reloj de mi espera,
es una obsesión lunática, de mujer en mujeres,
de hambre no saciada, tornasol que viaja por mis arterias
como un intruso que rompiera el ritmo natural de las cosas.

Lo quiero lejos de mí, que perturbe a otro su tiranía de estallido eterno,
de fulgor esclavo. Que se aleje con sus cuatro letras altivas,
que se borre de mi piel como una cicatriz invisible que solo yo recuerde,
que surja en quien yo amé y jamás me amó,
para que también ella conozca el miedo a la locura.

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