Otra vez en
el ojo del mar mueren niños, niños negros,
oscuros
como el miedo. Una nación al este es bombardeada,
dolieron
sus víctimas, ya no duelen, la costumbre también mata.
A los ciudadanos
de mi país les gustan el fútbol y los toros,
los programas
basura de la televisión, los concursos
donde hacer
el ridículo se valora como antes se valoraba
la cultura(vaya
frikis los de antes). Es tiempo de elecciones,
ya se sabe
que ganará el que más grita, insulta, amenaza,
invoca lo
que cree más puro (o más blanco) para proclamarlo
como un don
de su especie. Se escucha a lo lejos un rumor
de becerros
en marcha, me asombra ver que son humanos
camino de
un evento, quizá musical, posiblemente reguetón.
A los
viejos los apartan a empujones en el metro, muchos
jóvenes(y
no tan jóvenes) solo respetan a los superhéroes del cine,
a los
famosos que triunfan en las redes sociales, a los youtubers
o
influencers que todo lo ignoran, aunque opinen de todo.
Tengo un
vecino trans que me ha dicho que se sentía mujer,
yo le he
regalado un vestido de lunares porque es muy majo,
quiero decir,
maja. Creo que soy un extraterrestre en prácticas,
me parece
que mandarme a la tierra no fue una decisión acertada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario