miércoles, 24 de febrero de 2021

Al abrir la puerta de casa

 Yo no sé si abro o cierro puertas,

si los pasillos existen,

si el dintel es una diadema de humo.

 

Una habitación cuya pared son ventanas,

caoba o pino labrado,

un pomo negro

y un visor donde no cabe mi iris.

 

Lo invisible detrás de la sombra,

el umbral y su icono de luz,

la alegría de morir en una gasa

de polvo transparente

bajo la telaraña y la manilla.

 

Suena el gozne a mercurio

deslizándose en un sueño,

el marco es un trípode, no un rectángulo herido,

cada vez que mis llaves copulan con la cicatriz de un eje

busco mi espejo en el vestíbulo.

 

Hasta que existo en el azogue

no me siento en casa.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario