Y bien, no sé qué decir.
Pero, tú,cuéntame,
si quieres,
cómo fue el río de tu vida
y yo pensaré en lo que perdí.
Hubiera sido más fácil poner las cartas boca arriba,
con la claridad en los labios y un dulce adiós
sin reencuentros.
La amistad es un enemigo cuando el amor duele.
Ahora, tú, cuéntame, otra vez, adónde fue el río de tu vida.
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