sábado, 12 de agosto de 2017

La tozudez de la lluvia



Los días son así: manto gris, lentitud,
agua que sueña.

Recuerdo ayer
como la invitación de un labio herido de carmín
junto a la noche distraída.

¡Qué azul, rojo y malva en mi boca entreabierta
cuando el acento del neón
es un rayo de blancura ágil!

Silencio que no calla en mi interior,
palabras que se vuelcan en los posos de un vaso
sin el maullido de la ausencia.

Y el roce de un cuerpo entre los pilares
o la voz que se diluye en la música
y dibuja un conjuro fatal.

Afuera llueve bajo las hojas
de viejos robles enmudecidos.

Salir a la plaza como un sol tímido
en el amanecer hostil de la luna.

Todos los días que vendrán son así: cópula,
libros envejecidos, maquillaje entre los rostros,
juventud sin mañana.

Miro el agua con su letanía de sombras
y callo como un niño que ve por primera vez
la líquida memoria del tiempo,
su infinita canción desvelada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario