lunes, 3 de abril de 2023

Unidos

 

Estos brazos quieren abarcar la luz, sentir la materia de tu cuerpo,

la sombra que deja tu abril en las aceras, el resquicio de mi mirada

que prolonga el adiós y te retiene con un cepo de hilos rojos en toda

la prolongación de tu estatura. No es la luz quien viene a mí,

sino la geografía precisa de tu piel, el ancla de tu edad posándose

en las colinas de mis hombros, tu jardín de misterio que deshoja

el tiempo como la desidia del amor deshoja la noche más triste.

Siente mi abrazo que aprieta tu timidez para que dos sangres

circulen por un mismo caudal-sin quietud-, que crea un río

de sed entre las bocas, ensambladas bocas, unidos cuerpos

cuyo molde es azul como una laguna que brilla bajo la luz

ultravioleta que fluye por tu voz, ya mar de mi carne.


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