lunes, 17 de abril de 2023

Convenciéndote

 

Tú eres mi noche y yo tu día.

Altos muros te visten,
fosos de agua verde,
alambradas donde mueren
los pájaros que llevan mi enseña.

Pero yo soy la claridad y no me atrevo a poblarte,
ejércitos que no han partido buscan una sombra
que asesine mi nombre, para que lo oscuro madure
como una flor negra.

Con tus ojos de luna matas al rayo de la luz solar,
yo penetro en tus aljibes con la sed del tiempo
que es la sed de la vida.

Déjame existir bajo tu manto,
como un gorrión perdido en la noche irreal,
a cambio te regalo un corazón en llamas,
el reverbero del mar en agosto, un alba eterna,
el haz que ilumine el futuro
que tú todavía pretendes
recorrer sin mí.

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