Carne y huesos, envoltura mía del silencio.
Cuerpo infantil, blanca la carne como semilla en flor,rotundidad o éxtasis en el ayer de las estaciones,
crepúsculo de venas azules y piel de papiro viejo.
Carne amiga, osamenta que sostiene este pilar gastado,
poros que se besan en un suicidio amante.
Alma y espíritu no tengo,
solo mi carne raída,
tasajo sin brillo
en la noche eterna.
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