Los espacios olvidados querrían ser materia y lumbre.
Hay un azar sin memoria en las cosas, un viento triste
en los sucesos. Aunque quieras recobrarlo, el tiempo
es espuma entre las lágrimas. No se repetirá ese diálogo
que tus sueños reinventan cada noche como una cicatriz
en la ceniza. Los espacios olvidados ya no tienen nombre,
sus telarañas crecen hacia la sima oscura del silencio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario