Es cierto que algo niega el esplendor.
Una cortina en la luz,
el silencio de las playas,
el adiós de los pájaros.
Es cierto que la lluvia ha roto su máscara
y empieza a caer como un canto oculto.
Hay símbolos que sueñan con la eternidad de la luz,
otros, en cambio, se visten de sombra,
tiñen de crepúsculo las ramas de los árboles.
Septiembre anida en los soportales con su vieja canción de otoño.
Hemos perdido las rosas de la luz,
el agua fluye en el manantial,
los veranos siempre vuelven con su inútil atardecer
eternamente claro.
En la calma fría de los chiringuitos las voces enmudecieron.
No olvides nunca que las golondrinas solo vuelan
si ven luz en los tejados.
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